Declaración de la presidenta Von der Leyen en la rueda de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Stoltenberg, y el presidente Michel
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Este es un momento decisivo. Y el hecho de que estemos aquí, juntos los tres, es una nueva demostración de hasta qué punto la Unión Europea y la OTAN están respondiendo en estrecha cooperación a los actos del Kremlin. El mundo puede ver que la unidad es nuestra fuerza.
Esta madrugada, el presidente Putin ordenó actos atroces de agresión contra un país soberano e independiente y contra personas inocentes. Obligaremos a Rusia a rendir cuentas por esta flagrante violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Lo que está en juego no es solo el Donbás, no es solo Ucrania. Lo que está en juego es la estabilidad de Europa y todo el orden internacional, nuestro orden de paz. El presidente Putin ha decidido volver a traer la guerra a Europa. Mediante una respuesta firme y unida, la Unión Europea hará lo que esté en su mano para impedir que el Kremlin siga adelante con sus actos de agresión.
Hace unos treinta minutos hablé por teléfono con el presidente Zelensky, quien nos ha pedido que las diferentes partes interesadas ayuden en lo posible. Hoy mismo presentaremos un paquete de sanciones masivas y selectivas a los dirigentes europeos para su aprobación. Nos estamos coordinando estrechamente con nuestros socios y aliados: los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Noruega, además de con Japón y Australia, por ejemplo.
Este paquete incluirá sanciones financieras que limiten radicalmente el acceso de Rusia a los mercados de capitales y que tendrán repercusiones enormes. La economía rusa ya ha sufrido una intensa presión durante las últimas semanas, una presión que ahora se va a multiplicar. Estas sanciones paralizarán el crecimiento económico de Rusia, incrementarán sus costes de endeudamiento, aumentarán la inflación, intensificarán las salidas de capital y erosionarán gradualmente su base industrial.
El segundo gran pilar de nuestras sanciones se refiere a la limitación del acceso de Rusia a tecnologías de importancia crucial. Queremos excluir a la industria rusa de las tecnologías hoy absolutamente necesarias para construir un futuro. Nuestras medidas debilitarán la posición tecnológica de Rusia en ámbitos clave, de los que procede gran parte de la fortuna de sus élites, desde componentes de alta tecnología hasta programas informáticos de vanguardia, lo que también degradará gravemente la economía rusa en todos los sectores en el futuro. Voy a ser muy clara: es el presidente Putin quien tendrá que explicarlo a sus ciudadanos. Sé que el pueblo ruso no quiere esta guerra.
La Unión Europea y la OTAN han venido colaborando muy estrechamente y esta crisis nos acercará aún más. Es nuestro deber común hacer frente al acto de agresión más grave en suelo europeo en décadas. Nuestra unidad es nuestra mayor fuerza. El Kremlin entiende esto muy bien y por eso ha hecho todo lo posible por dividirnos, pero ha conseguido exactamente lo contrario. Estamos más unidos y más decididos que nunca. Somos una Unión y una Alianza unidas en nuestra determinación.