Desde la aparición de las compañías aéreas de bajo coste, se ha producido un aumento en los desplazamientos de turistas y la aparición en las ciudades de nuevos tipos de viajeros. Así pues, ya es normal encontrar backpackers en Málaga, Sevilla, Madrid o Barcelona.
Desde la aparición de las compañías aéreas de bajo coste, se ha producido un aumento en los desplazamientos de turistas y la aparición en las ciudades de nuevos tipos de viajeros. Así pues, ya es normal encontrar backpackers en Málaga, Sevilla, Madrid o Barcelona.
Estos backpackers , también conocidos como mochileros, son turistas ataviados con sus grandes mochilas que viajan de forma improvisada por uno o varios países sin tener un plan prefijado. Se caracterizan además por elegir medios de transporte y alojamientos económicos. Esto quiere decir que viajan en compañías de bajo coste, autobús, e incluso haciendo autostop y frecuentan alojamientos tales como albergues, hostales y hoteles de baja categoría.
Aunque pueda parecer que este tipo de turismo es perjudicial para la ciudad receptora, que elijan transporte y alojamiento barato no quiere decir que su gasto en el destino sea también bajo, así pues, no todos son turistas de perfil bajo, ya que la parte de presupuesto que se ahorran en transporte y alojamiento lo suelen dedicar a actividades en el destino. Otro mito que hay que desmontar es que son viajeros jóvenes. Actualmente, los backpackers forman un movimiento que acoge a todo tipo de personas de cualquier edad. Así pues, ya se están viendo por las ciudades personas de cierta edad cargados con mochilas y mapas.
Suelen ser turistas que buscan actividades relacionadas con la cultura, aunque también los hay que buscan destinos más rurales para estar en contacto con la naturaleza y practicar deportes de riesgo. Normalmente, las zonas que más backpackers suelen recibir son principalmente Europa, América del Sur y Asia. Es decir, a los mochileros les atrae el turismo cultural y de naturaleza.
Otra característica de este tipo de viajero es que los mochileros suelen tener cierta inquietud por descubrir nuevos espacios, así que suelen lanzarse a la aventura, aspecto que congenia bien con su viaje improvisado. Además, la duración del viaje suele ser larga, pudiendo abarcar semanas e inclusos meses, aunque en algunos casos esta norma se transgrede y los mochileros dedican pocos días a una misma zona.
Asimismo, el ser backpacker supone una nueva forma de viajar. Detrás de este término anglosajón se encuentra una filosofía que apuesta por la experiencia en el destino y por el aprecio hacia las costumbres locales. Por lo tanto, este tipo de turista se desplaza por los destinos con inquietudes, ya que pretende conocer la cultura del lugar e intercambiar vivencias, más que visitar monumentos y museos.
Esta forma de viajar supone adquirir a la vez madurez, ya que el viajero organiza por sí mismo el viaje sin contar con el apoyo de una agencia de viaje o touroperador. De esta forma, los problemas que se encuentre por el camino debe resolverlos él solo, y muchas veces puede encontrarse dificultades culturales e idiomáticas.
Así pues, los backpackers son turistas abiertos de mente y respetuosos, que se mueven por la necesidad de conocer personas, lugares y tener experiencias positivas en el destino en cuestión. Buscan escapar de los tours organizados que no les permiten relacionarse con las personas autóctonas de la zona y mezclarse con ellas.