En la Asamblea de la Asociación de los Pueblos más bonitos de España, celebrada este pasado sábado 2 de diciembre, Francisco Mestre, Presidente de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, presentó en rueda de prensa los 11 nuevos pueblos que se integran en la red.
Estos nuevos municipios, al formara parte de la Asociación, verán incluidos los datos de sus oficinas de Turismo y pueden multiplicar por diez el turismo en dos o tres años, según explicó Mestre.
Los pueblos incluidos en esta V Asamblea son:
_ Segura de la Sierra
– Mondoñedo
– Ledesma.
– Briones.
– Lerma.
– Castro Caldelas.
– Almonaster La Real.
– Mirambel.
– Guadalupe.
– Zahara de la Sierra.
– Bubion.
Estos 11 pueblos se unirán a las 57 localidades que ya formaban parte de la Asociación
Ademas en la jornada de trabajo celebrada este pasado sábado en el Parador de Turismo de Mojácar, se presentó la memoria de actividades realizadas a lo largo del 2017 y los objetivos para el 2018. Entre ellos se encuentra potenciar eventos como La Noche Romántica o los cuatro Festivales Etnográficos, consolidar el acto realizado en el Senado y hacer que sea el lugar de debatan los asuntos más importantes del mundo rural en España.
Entre los proyectos para el próximo año también se encuentra la central de reservas de la página web oficial, viajes entre los pueblos de la Asociación, paquetes turísticos y la nueva guía de 2018.
Además del trabajo conjunto con la marca España, la Asociación de Pueblos más Bonitos tiene en cartera convenios con Turespaña, realizar una presentación oficial en el stand oficial y asistir conjuntamente a ferias internacionales.
Ledesma, el quinto pueblo más bonito de Salamanca
Hacer turismo recorriendo Ledesma es alegrar la mirada del viajero, seducida por un velo que, a modo de nueva piel, cubre un conjunto de lugares que permanentemente la identifican. El río, siempre presente, abraza unas majestuosas murallas que se han cobijado bajo el dominio de un castillo arrogante, protector de un caserío en el que prevalecen puentes e iglesias que atraen los sonidos del tiempo. El caminar deberá ser lento y apacible, sin prisa, para así disfrutar de un paseo que nos propone innumerables microhistorias llenas de emociones, que nos asaltan aquí y allá.
El conjunto interior del recinto amurallado y el perímetro de construcciones que rodean a éste fueron declarados Conjunto Histórico Artístico en 1975, y aún hoy es bastante desconocido para turistas y naturales.
Se trata de un conjunto arquitectónico y paisajístico de gran valor en el que se mezclan los grandes monumentos como la grandiosa Iglesia de Santa María la Mayor o la Casa Consistorial con los antiguos palacios de los siglos XV-XIX de los hidalgos y de la naciente burguesía de Ledesma, las instituciones de beneficencia como el Hospital de San José o la Alhóndiga del Obispo de Útica Pedro del Campo… en definitiva, un ambiente basado en una multitud de edificaciones históricas rodeadas por el clima y paisaje de la dehesa charra en el que se respira el ambiente de un pasado próspero basado en la conjugación entre el campo y la urbe, el campesino y el noble, que convirtieron a Ledesma en la cabeza de un señorío muy próspero del que dependían pueblos y aldeas desde Salamanca hasta Portugal, desde la Diócesis de Zamora a la de Ciudad Rodrigo.
La situación estratégica de Ledesma, a orillas del río Tormes, de fácil defensa, junto al menhir y al verraco, sugieren la existencia de un castro prehistórico como primer asentamiento del lugar.
Los testimonios que aún se conservan de la época romana atestiguan una ocupación de cierta importancia. Algunos ejemplos son el Puente Mocho, el de Peñaserracín o el que salva en su tramo final al arroyo Merdero. Otro vestigio de la romanización es el término augustal que actualmente se encuentra empotrado en la pared nordeste de la iglesia de Santa María la Mayor.
La presencia musulmana es recordada por una leyenda de gran arraigo en esta villa que cuenta el martirio de Nicolasín, hijo del señor árabe de Ledesma, que se había convertido al cristianismo y de los clérigos que lo habían bautizado.
Con Fernando II de León llega la repoblación definitiva así como la construcción de la muralla además del otorgamiento del Fuero en 1161. A partir de ese momento se inicia en la villa una etapa de esplendor convirtiéndose en un destacado centro político y en un punto estratégico de gran importancia para la comunicación entre los territorios del Norte y Este de León, además de articular las relaciones de los núcleos circundantes, dado que en el vado del Tormes, al pie de la villa se entrecruzaban distintas vías pecuarias.
Suceden años en los que la Ledesma medieval gana y pierde su condición señorial según los avatares históricos hasta que en 1462 el rey Enrique IV cede el dominio a su favorito don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, que se convierte en el primer conde de Ledesma e impone su escudo a la Villa que, desde ese momento y hasta la disolución del régimen señorial en el siglo XIX, pertenecerá a sus legítimos descendientes.
Ledesma es uno de los cinco pueblos mas bonitos de Salamanca y el sexto del Reino de León junto a Ciudad Rodrigo Candelario, La Alberca y Mogarraz en la Provincia de Salamanca y Peñalba de Santiago en la de León