Las ventas de vinos en la Denominación de Origen Toro entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2017 han aumentado un 17,32% con respecto al mismo periodo del año anterior, determinado fundamentalmente por la calidad de los vinos, las acciones de promoción y la repercusión entre los prescriptores y medios de comunicación, según el presidente de la D.O., Felipe Nalda.
De las 3.150.000 botellas comercializadas, 2.076.500 han sido de vinos jóvenes, un 87.64% correspondiente a vinos tintos, un 6.96% a vinos blancos y un 5.4% a vinos rosados.
La siguiente tipología de vino más vendida es la de vinos con categoría de roble, 677.500 botellas, que por primera vez se contabilizan de forma independiente a los jóvenes; seguidos de los vinos crianza, con 300.000 botellas; de los reserva, 92.500 botellas y gran reserva, 2.500 botellas.
Estos datos son, para Felipe Nalda, “en principio, algo circunstancial”, ya que habrá que comprobar cómo se comporta el mercado a lo largo de todo el año. Sin embargo, a este incremento sustancial ha contribuido “el posicionamiento y presencia en prensa especializada; así como las altas puntuaciones obtenidas por los vinos en las publicaciones más prestigiosas a nivel nacional e internacional, como en The Wine Advocate (Robert Parker), o el galardón a la D.O. Mejor Valorada por el Público en el Salón Peñín”, argumenta el presidente de la Denominación de Origen.
Además, Nalda pone en valor la calidad de los vinos y que el incremento registrado va acompañado de una estabilidad en cuanto al número de bodegas y hectáreas de viñedo registradas. “También vemos una tendencia de mejora en el mercado exterior y en el nacional los vinos de Toro continúan con un buen posicionamiento”, añade.