Las Rutas Teatralizadas vuelven a las calles de Carrión de los Condes

Las rutas teatralizadas de Carrión de los Condes nacieron para dar a conocer al pueblo sus personajes y leyendas. La iniciativa, que partió la Escuela de Teatro Rabí Don Sem Tob y fue apoyada desde su nacimiento por el Ayuntamiento, ha ido creciendo, año tras año, en argumentos y público; y en su nuevo estreno, que tuvo lugar el 20 y el 21 de julio, las rutas fueron disfrutadas por más de 450 personas.

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El 3 y el 4 de agosto, quien se acerque a la localidad, podrá disfrutar de nuevas funciones gratuitas, que tienen lugar al aire libre en distintas ubicaciones del pueblo. «La rutas teatralizadas han dado a conocer personajes y hemos ido sacando a la luz historias que no eran muy conocidas ni por la gente del pueblo, como la leyenda de las carboneras, mucho menos popular que la de las doncellas, o la leyenda de la ‘casa del lagarto’». Todo esto nos lo cuenta Eva de la Parra, una de las alumnas de la Escuela de Teatro Rabí Don Sem Tob.

En la presente edición, la ruta comienza en la caseta de turismo situada frente a la muralla, continúa por el Convento de Santa Clara y termina en el Plantío, haciendo paradas en el pórtico de Santa María, frente a la fachada del Teatro Sarabia y en la Iglesia de Santiago. En estas seis estaciones, guiados por un singular juglar, vamos conociendo diversos personajes importantes para la historia de la localidad: Santiago, Sor Micaela, la Condesa Teresa y sus hijas, una de las doncellas de la leyenda, un general francés, etcétera. El hilo, en esta suerte de entremeses, son programas de la televisión, como First Dates, Pasapalabra o Maestros de la costura. Los personajes compiten para ser el carrionés más importante de la historia. Eva de la Parra interpreta a Quirina, papel que ya es un clásico de las rutas y cuya misión es generar hilarantes situaciones que descolocan a los carrioneses y carrionesas ilustres.

Se trata de una propuesta divulgativa, entretenida y muy divertida, que, como nos explica Eva, quiere hacer reflexionar al público sobre una realidad: «Calles con nombres de mujeres, casi no hay en Carrión. Ni siquiera tiene una calle la Condesa Teresa, que fue una mujer muy influyente. Es una manera de reivindicar a la mujer en Carrión. Explicamos esto: que calles hay poquitas y que no hay ni una estatua dedicada a una mujer. Nosotros lo decimos en alto. Ahora ya, quien pueda, que tome nota y si lo ve necesario, que haga algo». Nos encontramos, por tanto, con un mensaje de sororidad integrador: «Es bonito que ahora nadie en el público se pare a pensar en si es un mensaje más o menos polémico, pero ojo, creo que si esta misma obra hubiese salido a la calle no hace mucho, habríamos tenido problemas, o nos habrían dicho algo… Habríamos recibido críticas, seguro. Por eso, que lo hagamos y que no pase nada es algo bonito, nos demuestra que la sociedad, que Carrión, ha avanzado mucho».

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La Escuela de Teatro Rabí Don Sem Tob

Carrión de los Condes tiene uno de los teatros más bonitos de España, una suerte de pequeño María Guerrero promocionado por Serapio Sarabia en 1925 y por cuyas tablas han pasado algunas de las actrices y actores más relevantes del último siglo. Sin ir más lejos, la gran Charo López fue la encargada de re-inaugurarlo en 1994 con Carcajada salvaje.

El Teatro Sarabia forma parte de la vida del pueblo y es el detonante de un amor popular por este arte que va pasando de generación a generación. El Grupo de Teatro Rabí Don Sem Tob es una de las consecuencias de esta tradición.

Tras el tristísimo fallecimiento de Cito Felipe, quien fuera el director de la compañía y uno de sus grandes valedores —con montajes muy aplaudidos y premiados como La casa de Bernarda Alba o Calígula—, el grupo vivió una mala racha. Hace unos años, algunos de sus antiguos integrantes, entre los que se encontraba Eva de la Parra, resucitaron la compañía y pusieron en marcha la escuela municipal. Actualmente, forman parte de ella más de cuarenta alumnos y alumnas, de los cuales la mitad son menores, lo que según Eva de la Parra, asegura la supervivencia de la compañía.

«El invierno aquí es largo, así que cualquier actividad que se plantea en Carrión, que conlleve salir de casa y encontrarte con otra gente, ayuda mucho a las relaciones personales, porque siempre damos mucho de nosotros, abrimos emociones y lo convertimos en una terapia muy buena que nos ayuda a ser mucho más felices». No en vano, Carrión, que es una de las miles de localidades de la España rural en peligro de despoblación, cuenta con numerosas asociaciones culturales, coro, coral y orquesta municipal, y pone en marcha decenas de proyectos, cuyo corazón late gracias a la ilusión y el compromiso de sus vecinas y vecinos.

La escuela, además de las ya tradicionales rutas teatralizadas, prepara obras de gran calado: «Ahora mismo están funcionando dos obras. Hace poco más de un mes, participamos en una muestra en el Ortega de Palencia. Estamos haciendo Sueño de una noche de verano, de Shakespeare, que es un montaje precioso, y estamos también con Las bicicletas son para el verano, la obra de Fernando Fernán Gómez. Son dos obras totalmente diferentes. En una, el mensaje es la alegría de ver las cosas desde el absurdo. La otra nos enseña que, aunque haya guerra, la gente continúa viviendo, los niños siguen naciendo, la gente se sigue enamorando. Es una obra que emociona y que gusta muchísimo».

La escuela se conforma con alumnas y alumnos de Carrión, pero también de Saldaña e incluso de Guardo, así como de pequeñas localidades de la comarca. El director es Miguel Sánchez Mota, actor, profesor de teatro y dramaturgo. De su pluma y de su investigación salen Las rutas teatralizadas, que según nos cuenta Eva, se van redondeando en los ensayos: «Yo siempre digo que le temo porque nos conoce mejor que nosotros mismos. Tiene una sensibilidad para el teatro, para saber qué papel nos viene bien a cada uno… Yo confío mucho en él, sé que nunca me va a dejar caer, y sé que lo que me pide, voy a ser capaz de hacerlo. En Sueño de una noche de verano soy un burro. A priori, sería un personaje feo, pero es muy agradecido y cuando salgo siempre me dicen ‘jo, cómo me he divertido contigo’. Me gusta mucho esta reacción. Para mí es mucho más fácil el drama, donde expones unas emociones y ya está. Cuando se trata de ser divertido, depende mucho de ti, de cómo seas tú para que el personaje y la obra funcionen. La sensibilidad del director es fundamental para tener esa seguridad, esa certeza de que no vas a hacer el ridículo».

Texto: Reyes Muñoz de ExGAUDIA, Asociación Cultural