Este libro es un rastreo personal a través de las historias de la Guerra Civil que contaba la familia de Lala Isla para descerrajar lo que se escondió tras sus mamparas de silencio que un día descubrió le atañían también a ella porque «no se ve lo que no se sospecha».
Según dice Paul Preston en el prólogo: «No sé si es apropiado para un libro que es tan perturbador hablar del encanto de su estilo tan ameno.
Sí se puede elogiar la originalidad del libro que se encuentra en ese contrapunto de dos tipos de realidad, lo que a Lala Isla le contaron durante su infancia y adolescencia y lo que a base de muchas lecturas y entrevistas… ha podido averiguar».