Esta comarca zamorana cuenta con sorprendentes recursos naturales y patrimoniales, fruto de los ríos y de la historia que han dibujado su paisaje durante siglos.
Además de concentrar una sólida oferta monumental, un amplio abanico de ferias y festivos y una suculenta gastronomía, el municipio de Benavente cuenta con una situación privilegiada rodeada por los ríos Esla, Tera y Órbigo que permite disfrutar del paisaje de la comarca a través de cualquiera de estas propuestas como la Ruta Arqueológica de los Valles o la del Císter.
La suave orografía de la zona, marcada por llanuras aluviales, vegas, riberas y terrazas hacen de la comarca de Benavente y los Valles un escenario perfecto en el que realizar una escapada y apostar por una opción de turismo saludable, tomando la ciudad homónima como punto de partida.
A tan solo 8 km de Benavente se encuentra uno de los puntos que dan comienzo a la Ruta Arqueológica de los Valles: Manganes de la Polvorosa. Aquí se guardan los hallazgos del yacimiento del Castro de la Corona así como reproducciones de cabañas celtas y de un alfar romano, convirtiéndose en el escaparate idóneo desde el que disfrutar de unas atractivas vistas del valle. Otro de los lugares más interesantes se encuentra en Granucillo, donde yace un curioso conjunto de dólmenes. Este monumento megalítico se repite también en otras localidades de la zona como Morales de Rey y Arrabalde, vivo ejemplo de las huellas que dejaron civilizaciones pasadas en estas tierras.
En Rosinos de Vidriales se encuentra el área campamental romana de Petavonium, un viaje al pasado que apuesta por el realismo con la reconstrucción de parte de sus torres y puertas. Y para conocer en profundidad todos estos tesoros, merece la pena acercarse al Centro de interpretación de los Campamentos romanos, junto al Ayuntamiento de Santibáñez de Vidriales, donde se ofrece información sobre la organización de los campamentos militares romanos.
La margen izquierda del Río Esla, en la antigua calzada de La Plata, esconde varias localidades que conforman la Ruta del Císter. Municipios como Barcial del Barco, escenario de la Iglesia de Santa Marina que cuenta con una torre octogonal del siglo XVIII, Villaveza del Agua, hogar de la Iglesia del Salvador donde se esconde el Retablo del Cristo de los Afligidos o Santovenia del Esla, cuya iglesia se corona con una cúpula de media naranja mientras se embellece con las ventanas circulares conocidas como rosetones, se encuentran a apenas 20 kilómetros de la ciudad de Benavente. Sin olvidar los imponentes vestigios del monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela, ubicado en Granja de Moreruela. Como guinda, despunta Bretó de la Ribera, desde donde se obtiene una bonita instantánea de la vega del Esla. Además su Iglesia Parroquial cuenta con una bóveda transformada en lienzo que recoge bellas pinturas de los Apóstoles.
La ubicación privilegiada de Benavente, histórico cruce de caminos por el que pasaban rutas Jacobeas como el Camino de Vía de la Plata, el de Oriente, el de Valladolid, la ruta por el Valle del Tera y el Camino de Asturias, lo convierte en un lugar idóneo desde el que realizar excursiones a otros puntos de la comarca, como la iglesia en Santa Marta de Tera, alentadora muestra del arte románico, o la Iglesia de San Juan Bautista en Santa Colomba de las Carabias, referente en la comarca con influencias de arte mudéjar y barroco. Quienes prefieran disfrutar de una jornada enogastronómica, podrán acercarse a las bodegas de Pobladura del Valle, cuyas cuevas artificiales conservan algunos de los mejores vinos de la comarca. También de visita obligada son las Lagunas de Villafáfila, ubicadas a 27 km de Benavente. Esta Reserva Natural convertida en un paraíso para los amantes de las aves está formada por Laguna Grande, Laguna de Barillos y Laguna de las Salinas o de Villarín. Un recorrido que, ya sea en coche o a pie, permite disfrutar de la espectacular flora y fauna que envuelve a este territorio. Para exprimir al máximo esta visita, es recomendable visitar primero la Casa del Parque, sede del centro de interpretación de estas lagunas.
Sin embargo, el municipio de Benavente cuenta con un patrimonio propio que merece ser contemplado en primera instancia. Sus monumentos componen uno de los mayores reclamos turísticos de la ciudad. De obligada mención son El Hospital de la Piedad, declarado Bien de Interés Cultural en el año 2003, la Iglesia de Santa María del Azogue, principal monumento artístico de Benavente situado en el corazón de la ciudad, o la Iglesia de San Juan del Mercado, que cuenta con una hermosa portada de la Adoración de los Reyes. También destaca su arquitectura civil gracias a la Torre del Caracol, actual Parador Nacional de Turismo de la localidad, al Teatro Reina Sofía o a los edificios que conforman la Plaza Mayor, como Casa Solita o Casa Cervato.
Además, cuenta con fiestas declaradas de Interés Turístico Regional como son La Veguilla y El ‘Toro Enmaromado’, así como con una gastronomía muy ligada a los productos de la tierra entre las que destaca el pimiento, el queso y el vino. Por todas estas razones, Benavente invita a hacer una parada en el camino y a descubrir la belleza que rodea a sus tierras.
Mas info: www.benavente.es