Algunas especies, como el pato azulón, han adelantado las fechas de anidamiento y ya han comenzado a incubar dentro de la Reserva.
El buen tiempo y las últimas lluvias han generado unas condiciones óptimas para la llegada de aves a las Lagunas de Villafáfila, que en la actualidad aglutina cerca de 10.000 aves, una cifra récord en comparación con otros años y más teniendo en cuenta que la mayor parte de las especies invernantes ya han regresado al Norte de Europa. Las intensas precipitaciones del pasado mes de febrero han permitido cubrir las reservas de agua de este espacio protegido, que en la actualidad cubren el 90% de su superficie, según asegura el director de la Reserva, Mariano Rodríguez.
Entre las especies que se puede observar en mayor número se encuentran los patos cucharas, que rozan los 4.000 ejemplares, así como 2.000 cercetas y otras tantas gaviotas reidoras, a los que se suman un millar de avesfrías y otros tantos chorlitos dorados. Rodríguez destaca el volumen de las gaviotas reidoras, «el mayor registrado hasta ahora en las Lagunas, ya que el anterior récord se había registrado en 1987, cuando se contabilizaron 1.600».
El último censo también revela la presencia de cerca de 800 ejemplares de pato azulón, la mayor parte machos. «Este año la proporción es de más de tres machos por hembra, cuando normalmente es inferior a dos, lo que revela que ya están en época de reproducción», explica Rodríguez. De hecho, según precisa, «ya han anidado y han empezado a incubar», lo que supone que se han adelantado respecto a años anteriores. Normalmente el mayor volumen de nidificación no se produce hasta los meses de abril o mayo, pero este año ya han empezado a reproducirse.
En cuanto al resto de las especies, la mayor parte de los patos cucharas se encuentran de paso y lo normal es que sólo una media de entre cinco y seis parejas elijan las Lagunas de Villafáfila como enclave para reproducirse.
En el caso de los gansos, la Reserva Natural es un lugar privilegiado para la cría de esta especie ya que es el único punto de España en el que se ha registrado una reproducción habitual, aunque de tan sólo una o dos parejas. El director de la Reserva matiza que «siempre se quedan varios gansos, cerca de una quincena, pero viejos o lisiados que ya no crían». En todo caso, habrá que esperar a los meses de abril o mayo para presenciar la mayor abundancia de crías.
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