El abundante material arqueológico recuperado en la campaña de este mes de julio será analizado en los próximos meses en los laboratorios de la ULE.
Este pasado viernes 29 de julio, ha concluido la campaña de excavaciones en el Castro de los Judíos, importante yacimiento arqueológico y un referente a nivel europeo, en la que han participado más de treinta estudiantes universitarios quienes han excavado y procesado el material en el Laboratorio de Arqueología de la ULE. Los responsables y directores de esta nueva campaña de excavaciones, los profesores Carlos Fernández Rodríguez y Raquel Martínez Peñín, muestran su satisfacción por los resultados obtenidos tanto a nivel científico como formativo.
Tras los prometedores resultados obtenidos en la campaña del pasado año, el equipo de investigadores de la ULE, dirigido por los profesores Carlos Fernández Rodríguez y Raquel Martínez Peñín, ha querido intensificar los trabajos el presente curso, ampliando el área de excavación a dos sondeos y el tiempo de intervención a tres semanas. Este planteamiento más ambicioso ha propiciado unos resultados altamente satisfactorios, tanto en lo que atañe a la información recabada a nivel científico como en lo que tiene que ver con la formación del nutrido número de estudiantes de la ULE que ha participado en los trabajos arqueológicos.
Durante tres semanas del mes de julio, se ha logrado identificar parte de un entramado urbano que evidencia una mayor complejidad de lo que se pensaba a priori. Los hallazgos parecen mostrar una intensa actividad constructiva por parte de sus pobladores a lo largo de los siglos XI y XII. Asimismo, los arqueólogos han logrado llegar a los probables niveles de fundación de la judería, lo que permitirá en los próximos meses desvelar nuevas informaciones sobre la vida cotidiana de sus habitantes desde sus orígenes hasta el fin de la ocupación del enclave.
Además del hallazgo de estas estructuras, los trabajos arqueológicos han permitido sacar a la luz una cantidad ingente de restos materiales. Desde fauna –que desvela los particulares hábitos alimenticios de esta minoría-, hasta cerámica, objetos de adorno personal, utensilios domésticos utilizados para actividades agropecuarias, materiales de construcción o numismática. Todo este apreciable conjunto de evidencias arqueológicas será analizado en los próximos meses en los laboratorios de la Universidad de León.
Si en lo que respecta a los hallazgos los resultados obtenidos se deben calificar como de alto interés científico, el programa formativo desarrollado es valorado por los directores como altamente satisfactorio. En la actividad han participado más de treinta estudiantes del Grado en Historia y del Doble Itinerario de Historia e Historia del Arte de la ULE. Los alumnos han recibido una intensa formación a través de las labores de campo y de las actividades organizadas en las instalaciones de la universidad.
Para llevar a buen fin esta doble labor investigadora y formativa, los directores han contado con la inestimable colaboración de los profesores María Natividad Fuertes Prieto y Eduardo Ramil Rego del Departamento de Historia.
Todo el equipo quiere manifestar su agradecimiento al Ayuntamiento de León, en especial a Evelia Fernández, Concejala de Acción y Promoción Cultural, y al Instituto de Estudios Medievales de la ULE, su apoyo indispensable para alcanzar los objetivos planteados. También a la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León que colabora en el proyecto.