Mal empieza esta cita cuando en el Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo no ondea en el balcón la bandera leonesa. ¡Que el día que fuimos a visitar la exposición ondeara en el balcón consistorial villafranquino la bandera del orgullo y no la de León es algo que se califica por sí mismo!.
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Este año las Edades del Hombre, vuelven a tierras leonesas aunque compartida con Santiago de Compostela.
Bajo el título de “Hospitalitas: La gracia del encuentro / A graza do encontró”, esta exposición, inaugurada el pasado 12 de junio por S. M el Rey Felipe VI, llena de arte pero también de fe dos de los monumentos emblemáticos de la Villa del Burbia: la Colegiata de Santa María y la Iglesia de Santiago.
Entre las opciones a tener en cuenta a la hora de decantarse por las sedes expositivas en un proyecto como Las Edades del Hombre, se pueden aludir dos vías principales: la práctica, que tendría en cuenta aspectos como los espacios netos aprovechables, la accesibilidad y la viabilidad de la logística para el montaje y desmontaje; y la simbólica, referida a lo que un edificio o un enclave significa para una temática, para sus vecinos y visitantes o lo que connota su inclusión en la temática del relato.
En el caso de Villafranca del Bierzo, los espacios elegidos incluyen ambos supuestos con dos templos, que, a su manera, se vuelven de participación imprescindible. La iglesia de Santiago se revela como el lugar de entrada de los peregrinos a Villafranca en la senda del Camino, por lo tanto, paso obligado y simbólico de bienvenida, de acogida y hospitalidad. La Portada del Perdón y todo su significado y simbología justifican la oportuna inclusión de este lugar como lugar de celebración de una edición.
Para Anderson Batista, alcalde de Villafranca del Bierzo: “Es el año más importante de la historia reciente de Villafranca, un hito que marcará un antes y un después en la localidad y que la pondrá en el mapa del turismo para los próximos años. Es imprescindible que seamos capaces de acoger a las personas que lleguen con los brazos abiertos para que trasladen y sean embajadores del potencial de la zona.“
Volviendo al tema que nos ocupa diremos que “Hospitalitas” título de la edición de este año, es un término con raíces griegas y con recorrido latino que la exposición aborda desde el concepto primitivo de solidaridad, tal y como ha ido trasladándose y evolucionando hasta nuestros días. De la misma manera, su relato irá trascendiendo hacia un prisma contemporáneo atendiendo a una realidad fragmentada.
El título de esta edición mantiene la tradición reciente de Las Edades del Hombre de recurrir al latín por ser raíz y punto matriz de culturas y lenguas. Pero el contrapunto a esa tradición viene aportado por un diseño conceptual disruptivo y evocador que prescinde de elementos figurativos para aportar una estética arropada de símbolos.
El amarillo predomina en la composición de esta edición de las Edades del Hombre es un color primario y enérgico, vinculado con la percepción, el conocimiento y la integración. Es el color de la hospitalidad y su solidez acoge a todos los elementos restantes.
Dos formas etéreas de luz que extienden sin límites su haz pero que se perfilan en su cercanía bien definidos por la generosidad de la mano tendida, con la Gracia del Encuentro.
El halo verde denota todas las durezas y sinsabores. Por contraposición, el rojo, la calidez y el acompañamiento, el alma sosegada y atendida. Y es esa línea que genera la unión de dos colores y la que recorre la composición en una senda que irremediablemente evoca el trazado universal que vincula El Bierzo y Compostela: El Camino.
La exposición 2024 de las Edades del Hombre cuenta con un preámbulo y cuatro estancias y más de un centenar de piezas. Gregorio Fernández, Luisa Roldán, El Greco, Gil de Siloé, Juan de Juni o Luis Salvador Carmona compartirán espacio en la Colegiata de Santa María con otros artistas más recientes como Venancio Blanco o Vela Zanetti.
La iglesia de Santiago recibe al visitante con una experiencia audiovisual. Un proyecto que bajo la temática de la hospitalidad se desarrolla con técnicas pioneras y que convierte a este emblemático templo en una sala de proyección inmersiva.
La Colegiata de Santa María, alberga 110 piezas llegadas desde diferentes puntos, como la Diócesis de Astorga, la Diócesis de León, la Diócesis de Zamora, la Archidiócesis de Burgos, la de Valladolid y la de Ourense, que cede a Villafranca para esta ocasión una importante pieza de alabastro chino-filipino que se guarda en la localidad de Celanova. También se puede ver “La visión de San Francisco” de El Greco, que llega desde la Diócesis de Cádiz o estatuas del prestigioso escultor Luis Salvador Carmona. La muestra se estructura allí en cuatro estancias principales (vinculadas con la letra, la alegoría, el sentido moral y la anagogía), más el Preludio y los testimonios finales.
El primer espacio es el Preludio, lugar donde se resumen todas las formas de la hospitalidad, tanto corporales como espirituales, que la tradición cristiana recogió de las enseñanzas evangélicas, de la creencia popular y de los catecismos. Todas las piezas que se pueden ver en este espacio, de casi 90 metros cuadrados, se agrupan bajo el título “Obras de misericordia”.
El recorrido sigue a través de cuatro estancias. La primera se denomina “Littera Gesta. Todo parte de una historia”, y está compuesta por imágenes relacionadas con hechos de hospitalidad y personas hospitalarias. Las esculturas escogidas nos recuerdan que la historia humana, los relatos mitológicos y las vidas de grandes hombres están construidas por hechos y acciones de hospitalidad.
El relato continua en la segunda estancia, “Allegoria Credere. ¿Qué he de creer?”, con las alegorías como protagonistas. De nuevo se muestran figuras, pero ahora la invitación al visitante es a detenerse ante ellas para observar lo que late tras lo que está contemplando, la imagen de Dios que trasciende lo narrado.
La tercera estancia habilitada en la Colegiata villafranquina lleva por título “Moralis Agere ¿Cómo he de actuar?”. La idea es acercar al visitante a la hospitalidad vista desde la perspectiva del deber cristiano. Se añade la historia de la salvación, la historia de la hospitalidad de Dios. La lectura moral de las imágenes de este espacio presenta al otro como el rostro de Dios, un icono de Dios mismo. Lo que las imágenes narran en la primera parte de la exposición y dan a entender sobre Dios en la segunda, se concreta aquí en el mandato moral de cuidar a los demás como a uno mismo.
“Hospitalitas” se cierra en la cuarta estancia, “Anagogia Tendere. ¿Qué me cabe esperar?”, en un recorrido que lleva hasta la patria, la “Jerusalén celeste”. Aquí se muestran imágenes del primer y último paraíso, de la hospitalidad primera y última, entre las que se viven las consecuencias del pecado original.
Para Julio César García, Gerente de la Fundación Las Edades del Hombre: “La exposición tiene que ejercer de faro atracción y de radiación de luz para toda la comarca. Es imprescindible la unión coordinada de todos los agentes para que la “experiencia Edades” sea exitosa y colme las expectativas de los visitantes que lleguen a ‘Hospitalitas’ y al Bierzo y sobre todo que ese éxito incida en el desarrollo del territorio este año y en los siguientes.”
En definitiva “La Edades de Hombre” un año mas no defraudan, y un año mantienen un alto nivel de calidad.
Las 8 piezas de la Diócesis de Astorga en la exposición
A continuación se muestran las obras, de las diferentes zonas de la diócesis de Astorga, que formarán parte de la sede de Villafranca del Bierzo
1.- San Antonio Abad repartiendo limosna a los pobres. Maestro de Villafáfila (anónimo). Último tercio del siglo XV. Óleo sobre tabla. Museo Catedralicio. Astorga (León). Procede de la iglesia de Nuestra Señora del Moral. Villafáfila (Zamora)
2.- Retablo Trinidad. ¿Francisco Julí?. 1553-1557. Madera policromada y dorada. Colegiata de Santa María. Villafranca del Bierzo (León)
3.- San Vicente de Paúl Autor desconocido. Primera mitad del siglo XX. Madera policromada.
4.- Retablo colateral de San Vicente de Paúl. Iglesia de San Nicolás el Real. Villafranca del Bierzo (León)
5.-Busto relicario de una las Once mil Vírgenes compañeras de santa Úrsula. Taller de los Borman (Passchier o Jan III). Hacia 1520. Madera de roble dorada y policromada. Museo de los Caminos. Astorga (León). Procede de la Colegiata de Santa María. Villafranca del Bierzo (León)
6.- Cruz procesional. ¿Anónimo leonés?. Segunda mitad del siglo XIV. Plata en su color, dorada y esmaltada. Museo del Bierzo. Ponferrada (León). Depósito de la parroquia de la Asunción. Villanueva de Valdueza (León) en 1997
7.- Buen Pastor. Lucas Gutiérrez (talla); Damián Gómez de Luaces (policromía). 1659-1660. Madera policromada. Retablo mayor. Iglesia parroquial de El Salvador. La Bañeza (León)
8.- IOVI ) QUELEDINI. Siglo II d. C. Granito. Museo de los Caminos. Astorga (León). Procede de San Andrés de Montejos (León).
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Las 6 piezas de la Diócesis de León en ‘Hospitalitas’ de Villafranca del Bierzo
Las piezas que aporta León para esta exposición de Las Edades del Hombre, para la sede de Villafranca del Bierzo son:
- 1.- ‘Sagrada Cena’ _ 1973. José Vela Zanetti. Óleo sobre tabla.
- 2.- ‘Pastor con ovejas’ _ siglo XX. Miguel Iribertegui, OP. Escultura bronce.
- 3.- ‘Telesforo’ _ siglo I-II d. C. Anónimo. Escultura bronce.
- 4.- ‘Lápida dedicada a Zeus Serapis Iao’ _ siglo II-III d. C. Anónimo. Relieve y epígrafe sobre piedra caliza.
- 5.- ‘La multiplicación de los panes y los peces’ _ 1687. Francisco Antolínez y Sarabia. Óleo sobre lienzo.
- 6.- ‘Rebeca dando de beber a Eliezer’_ siglo XVII. Taller de Pedro de Orrente. Óleo sobre lienzo.
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