El alcalde de León, Antonio Silván, ha recibido en la mañana de ayer a la Águeda Mayor, Ana Villalba Jove, y a otras representantes de la Asociación Cultural ‘Las Águedas’ con motivo de la celebración de su festividad. El próximo 9 de febrero, el alcalde entregará los distintivos de mando de la ciudad en el Salón de Plenos como es tradición en León. En esta edición la asociación ha designado ‘Águeda de Honor’ a Olga Cavero, patrona de la Fundación Rectora del Museo de las Alhajas en la Vía de la Plata de La Bañeza (León).
León, 29 de enero de 2019.- El alcalde de León, Antonio Silván, renovó en la mañana de ayer su compromiso con la tradición leonesa de celebrar ‘Las Águedas’. En esta ocasión ejercerá de Águeda Mayor, Ana Villalba Jove, quien le ha entregado al alcalde el protocolo a seguir en la celebración que tendrá lugar en el Ayuntamiento de San Marcelo, en el Salón de Plenos, el sábado 9 de febrero. Por parte de las Águedas también han estado la secretaria, Isabel Martínez, y la tesorera, Blanca González; y por parte municipal, la concejala Aurora Baza, que el pasado año fue Águeda de Honor. Este año es Olga Cavero, patrona de la Fundación Rectora del Museo de las Alhajas en la Vía de la Plata de La Bañeza (León).
Como es costumbre, la Asociación Cultural Las Águedas de León organiza un programa lleno de actos durante todo el día, como ha explicado Ana Villalba. El alcalde impondrá a la nombrada Águeda Mayor, la Banda y la Medalla de León, cediéndole el Bastón de Mando de la Ciudad. Luego habrá pastas, mistela y baile en el Salón de Reyes.
La Asociación de Águedas de León se creó en el año 2005 con el fin de divulgar en la ciudad el sentido de esta fiesta en la que las mujeres pasan a tener el mando sobre los hombres. Existen escritos de principios del siglo XIX que recogen que “el alcalde se dispone a ceder su autoridad en honor a la santa, a las lindas alcaldesas que, engalanadas con todo el lujo, se presentan a recibir de mano de sus esposos la vara de la justicia y la autoridad que aquella vara representa, quedando reducido el alcalde, así como los maridos, a la obediencia y servidumbre, porque como se dice en el pueblo aquel día mandan las mujeres”.
Una mártir en tiempos de Decio
Santa Águeda o Ágata, celebrada el 5 de febrero, recuerda la vida de una joven y bella noble nacida en Palermo, siendo emperador Decio y presidente de Sicilia, Quinciano. En aquel tiempo se promulgó un edicto obligando a los cristianos a sacrificar a los dioses y Águeda fue llevada ante Quinciano quien, prendado de ella, quiso rendirla entregándola a la vieja Frodisia y a sus cinco hijas quienes, siendo de vida disoluta, conseguirían obrar en ella un rápido cambio de opinión. Como pasara el tiempo y Águeda persistiera en su postura fue llevada de nuevo ante Quinciano quien, viendo a la joven firme en sus convicciones, mandó cortarle un pecho a cercén y encarcelarla sin permitir que médico ninguno la atendiese y sin comer ni beber nada.
Desde antiguo se representa a la santa con los pechos cortados sobre una bandeja en la mano izquierda y en la derecha la palma, atributo y símbolo de la pureza y del martirio. Así Santa Águeda, con sus pechos cercenados, se convirtió en “abogada de las enfermedades de las mamas y por ende de las virtudes del recato y la feminidad que éstas encarnan”.