A las seis y media de la tarde en la Santa Iglesia Catedral tendrá lugar la solemne eucaristía con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen de la Soledad que será presidida por el Obispo de la Diócesis, monseñor Fernando Varela, quien procederá a colocar la corona en la cabeza de la Virgen.
Procesión Extraordinaria
Finalizada la ceremonia de la Coronación Canónica se realizará una procesión extraordinaria con el siguiente recorrido: Sale de la S.I. Catedral del Salvador de Zamora para continuar por Plaza de la Catedral, Plaza Obispo Manso, Calle Obispo Manso, Plaza de Arias Gonzalo, Rúa del Silencio, Plaza de los Ciento, Rúa de los Notarios, Plaza de San Ildefonso, Rúa de Los Francos, Plaza de Viriato, Calle Ramos Carrión y Plaza Mayor, donde todos los pasos de la Cofradía recibirán a la Stma. Virgen con una reverencia al paso de la imagen por la Plaza Mayor para terminar, tras el canto de la salve, en la sede Canónica de la Cofradía La Iglesia de San Juan de Puerta Nueva, en cuyo interior se interpretará el Himno «Madre del Amor Crucificado» compuesto por José Manuel Chillón.
¿Qué es una coronación canónica?
La coronación canónica de las imágenes de la Virgen María es una de las formas más solemnes y peculiares –además de extraordinaria y excepcional– del culto a la Madre del Señor.
Las primeras coronaciones canónicas se remontan al siglo XVII, y no fueron incorporadas definitivamente al conjunto de las celebraciones litúrgicas católicas hasta el siglo XIX.
El rito pretende subrayar la devoción por una determinada advocación de la Virgen María, y consiste en la imposición de una corona al icono o imagen.
No todas las imágenes de la Virgen se coronan canónicamente, aunque todas estén adornadas con una corona. Al obispo, juntamente con la comunidad local, corresponde juzgar sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen María, pero solo es oportuno coronar aquellas imágenes que, por la gran devoción de los fieles, gocen de cierta popularidad, de tal modo que el lugar donde se veneran haya llegado a ser la sede y el centro de un genuino culto litúrgico y de activo apostolado cristiano.