La calidad de la uva ha sido extraordinaria, y con el incremento de lluvias en el año, el equilibrio entre la acidez y el contenido en azúcares, es perfecto, por lo que varias bodegas ya han declarado que esperan magníficos vinos de la añada 2020.
La vendimia en Toro ha finalizado con una cifra de 20.646.692 millones de kg de uva recogidos en una superficie de viñedo inscrito de 5.850 hectáreas.
Si comparamos las cifras de la campaña anterior (16,9 millones de kg) la producción se ha incrementado en casi un 22%. Continuando con los cálculos, podríamos decir que con respecto a la media de kg de uva recogidos en los últimos años (19,1 millones de kg de uva) este año 2020 ha logrado alcanzar una campaña superior que sube la media de producción de la zona.
La calidad de la uva ha sido extraordinaria, y con el incremento de lluvias en el año, el equilibrio entre la acidez y el contenido en azúcares, es perfecto, por lo que varias bodegas ya han declarado que esperan magníficos vinos de la añada 2020. La campaña de vendimia 2020 comenzó el 26 de agosto y su fecha de finalización ha sido el 28 de octubre, aunque si bien es cierto que el grueso de bodegas finalizaron su campaña a principios del mes de octubre.
Este 2020 ha sido un ciclo vegetativo para la vid sin incidentes importantes que se ha caracterizado por tener una brotación de las yemas libre de heladas, sin problemas en floración ni en cuajado del fruto y sin corrimientos en los racimos. En el mes de mayo, los daños causados por el granizo de las tormentas que se formaron no fueron significativos, ya que afectaron a muy poca superficie y fue una inclemencia muy localizada. Esto, unido a un incremento de la pluviometría que ha generado reservas hídricas para la viña, desde el Consejo Regulador se realizó una estimación de cosecha en el intervalo de 20 a 22 millones de kg de uva. Previsión que finalmente se ha cumplido al aproximarnos casi a los 21 millones de kg de uva.
No podríamos terminar sin hacer referencia a la influencia del Covid-19 en esta campaña, que sin duda alguna ha condicionado la recolección de la uva, por varios factores como pueden ser la escasez de mano de obra, las medidas sanitarias a tomar, el uso de mascarillas, guantes, medidas de distanciamiento y limpieza, uso de gel hidro-alcohólico, etc… Además se han sometido a pruebas PCR a los temporeros que viniesen de fuera de la zona de producción, siguiendo estrictamente los criterios de la Junta de Castilla y León. Estos factores han sido más limitantes y han generado un mayor gasto en la realización de la campaña de vendimia que finalmente se ha llevado a cabo sin ningún incidente destacable en nuestra zona de producción y con una cantidad y calidad de uva que nos hacen afrontar la nueva añada con garantías e ilusión.