Los jardines han tenido una presencia constante en todas las culturas, desde las más antiguas y lejanas hasta las actuales y/o más próximas. De ahí, su enorme variedad en tamaño, forma y utilidad. En este contexto, la Universidad de Salamanca organiza la exposición “Naturaleza Fingida. Jardines en la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca” en la que se aborda la concepción, ideas y el diseño de los jardines en su conjunto, la variedad de sus formas y su relación con el contexto cultural y social a lo largo de la Historia.
La muestra, presentada hoy por el vicerrector de Investigación y Transferencia, José Miguel Mateos Roco, y los comisarios de la exposición Susana González Marín y Óscar Lilao Franca, director, además, del Fondo Antiguo de la Biblioteca General Histórica de la USAL, reúne 30 libros escogidos especialmente por sus ilustraciones e incluye dos manuscritos: “De proprietatibus rerum”, una enciclopedia de Bartolomé de Inglaterra, copiado a principios del s. XIV; y el facsímil del manuscrito de Dioscórides “De materia medica”, perteneciente a los fondos de la Biblioteca General Histórica, copiado a finales del siglo XV.
El espacio cronológico que cubre la exposición llega hasta el siglo XVIII. La mayor parte de las obras expuestas no son propiamente libros de jardinería, al tratarse de una disciplina relativamente reciente, sino que pertenecen a ámbitos muy diversos como la agricultura, farmacopea, medicina, arquitectura, libros de viajes y/o tratados de perspectiva y de ingeniería, entre otros. Esta variedad refleja la cantidad de saberes que estaban implicados en el diseño de un jardín. Otro tipo de libros que componen la colección, como, por ejemplo, textos literarios o teológicos, destacan la resonancia cultural de los jardines.
En el conjunto destacan láminas espectaculares por su tamaño y la calidad del grabado como las de Giovanni Battista Ferrari (s. XVI-XVII), una sobre los cítricos y otra sobre el cultivo de las flores; o las vistas aéreas de grandes jardines, como el del castillo de Wacquen en Flandes o el de la Villa d’Este, cerca de Roma.
Asimismo, la exposición permite acercarse a diversos aspectos técnicos y de diseño fundamentales de los jardines como son fuentes, setos, parterres, juegos de agua o invernaderos, así como a máquinas o recipientes para el traslado de los vegetales. Por otra parte, destacan algunas ilustraciones de plantas, especialmente aquellas que fueron muy apreciadas, por exóticas, después de los numerosos viajes de exploración de la Edad Moderna.
La muestra, organizada por la Biblioteca General Histórica y la Unidad de Cultura Científica de la USAL (UCCi), en colaboración con la FECYT y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades podrá contemplarse hasta el próximo 23 de junio en la Sala de la Columna de las Escuelas Mayores.
Carácter efímero y cambiante recogido en libros
Dado el carácter efímero y cambiante de los jardines, los libros han desempeñado un papel especial en su estudio. Entre otros, han proporcionado modelos para los diseñadores, han sido el instrumento necesario para el reconocimiento de las plantas, han permitido la reconstrucción de los grandes jardines históricos y, en muchas ocasiones, son el único testimonio de su apariencia; de hecho, en muchos casos fueron el medio elegido por los propietarios para dejar constancia de la grandiosidad de sus jardines.
El título de la exposición, “Naturaleza fingida”, destaca el rasgo que ha definido al jardín desde la antigüedad: una combinación de naturaleza y artificio, puesto que el ser humano busca en el jardín una naturaleza a su medida.