El dispositivo, de fácil uso, permitirá detectar un cambio de color y/o fluorescencia en aquellas muestras de bebidas que han sido adulteradas.
La Universidad de Salamanca distribuirá en sus ferias de bienvenida el kit ‘NoSUM’ para la prevención de agresiones sexuales por sumisión química, según informaron el vicerrector de Investigación y Transferencia, José Miguel Mateos Roco, y Mª Inmaculada Sánchez Barrios, directora de la Unidad de Igualdad, en la rueda de prensa celebrada hoy en las Escuelas Mayores en la que estuvieron acompañados por Margarita Parra, catedrática de Química Orgánica de la Universidad de Valencia y miembro del equipo investigador del proyecto ‘NoSUM’ que intervino mediante videoconferencia.
El kit permitirá detectar un cambio de color y/o fluorescencia en aquellas muestras de bebidas que han sido adulteradas. El sensor desarrollado por MODeLiC funciona tanto con bebidas alcohólicas como con bebidas carbonatadas, incluso cuando están mezcladas.
Proyecto NoSUM
El proyecto NoSUM tiene como objetivo desarrollar y evaluar un kit fácil de usar que permita a la juventud poder identificar si en una bebida, de cualquier naturaleza, se ha vertido ácido γ-hidroxibutírico (GHB). El objetivo final del proyecto es poner a disposición de toda la sociedad los kits de detección rápido. Sin embargo, los datos muestran que el 93% de las víctimas son mujeres. Por ello, está destinado principalmente a mujeres jóvenes entre 18 y 28 años.
El GHB, también conocido como éxtasis líquido, se emplea como droga recreativa por sus efectos euforizantes y socializadores, pero origina somnolencia y, sobre todo, anula la voluntad de quien la ingiere, lo que provoca la pérdida de conciencia de la realidad.
Este compuesto, además, se metaboliza rápidamente en el organismo y no se detecta ni en la sangre ni en la orina a través de los análisis toxicológicos sistemáticos, por lo que cuando la víctima se da cuenta de lo que ha ocurrido y acude a un centro de salud, es probable que la droga sea prácticamente indetectable y demostrar que ha habido sumisión química puede ser muy difícil.
Por ello, el GHB es una de las sustancias químicas más utilizadas en los delitos en los que se pretende anular la voluntad de las víctimas.