España lideraba la candidatura internacional de la trashumancia, de la que ahora forman parte 10 países europeos. La técnica del vidrio soplado -también compartida con otros países- sobrevive en España gracias a la labor de dos grandes centros históricos de producción en La Granja (Segovia) y Mallorca, así como artesanos y artistas por todo el territorio. España, que ya suma 21 manifestaciones culturales declaradas, es país candidato a ser miembro del comité de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en 2024
La trashumancia y la técnica del vidrio soplado en España son, desde ayer, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así lo ha decidido el comité de la UNESCO reunido esta semana en Kasene (Botsuana).
La candidatura internacional de la trashumancia, liderada por España, reconoce esta modalidad de pastoreo también en Albania, Andorra, Croacia, Francia, Luxemburgo y Rumanía y se suma así, al reconocimiento que ya disfrutaba en Austria, Grecia e Italia.
En concreto, España cuenta con 125.000 kilómetros de vías pecuarias que cubren todo el territorio peninsular y de las islas, que ponen de manifiesto que la trashumancia es una práctica extendida por todas las comunidades autónomas. Hoy en día, el desplazamiento estacional de rebaños sigue siendo un patrimonio vivo que ha originado un rico patrimonio cultural y etnográfico, reflejado en fiestas y tradiciones, en la toponimia, la gastronomía y la arquitectura relacionada con esta actividad.
También las manifestaciones de la tradición oral, la artesanía y las técnicas de pastoreo tradicional, así como la ordenación de los pastos en el marco del derecho consuetudinario, son elementos que la cultura trashumante ayudó a transmitir a su paso por los diferentes y distantes territorios peninsulares.
Por otra parte, la técnica del vidrio soplado en España ha sido inscrita en la Lista de Manifestaciones Representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO como parte de la candidatura internacional compartida con Chequia, Finlandia, Francia, Alemania y Hungría, que reconoce los conocimientos, técnicas artesanales y habilidades en la fabricación de vidrio.
En concreto, la técnica del vidrio soplado es un saber vinculado a la cultura española, con grandes centros de producción de más de tres siglos de vigencia, como son el Centro Nacional del Vidrio de la Granja en Segovia o los Vidrios Gordiola en Mallorca.
Además, cerca de 140 talleres de artesanos y artistas por todo el territorio y, en ocasiones, vinculados a museos, buscan revitalizar y dar visibilidad a producciones características de centros ya extinguidos. Se genera así una gran variedad de producción que conjuga el mantenimiento de los modelos históricos con nuevos diseños y una amplia tipología.
Los procesos de la técnica del vidrio soplado, sus conocimientos, productos, instrumental y maquinaria asociada, así como espacios arquitectónicos presenta un conjunto de valores históricos, inmateriales, tecnológicos y artísticos que merecen ser preservados.
21 manifestaciones de patrimonio inmaterial
Con estas inscripciones, España suma ya veintiuna manifestaciones culturales declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Además, cuenta con cuatro ejemplos incluidos en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, un instrumento que reconoce las experiencias notables en programas, proyectos y actividades de salvaguarda de patrimonio cultural inmaterial para poder transmitirlas a otros países.
El próximo año se espera que sean evaluadas por la UNESCO la candidatura ‘Cultura Sidrera Asturiana’; así como la ampliación para las comunidades autónomas de Madrid, Canarias y Murcia de ‘El arte de la piedra en seco’, declarada en 2018 Patrimonio Cultural Inmaterial.
España, candidata a miembro del comité de la UNESCO
En la próxima Asamblea General de Estados Parte de la UNESCO, que tendrá lugar a mediados del año 2024, se decidirán los países que formarán parte del comité evaluador de las candidaturas de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. España aspira a formar parte de este comité, del que ya fue miembro de 2009 a 2013, y ser parte activa en la toma de decisiones en materia de patrimonio cultural inmaterial, en cuya gestión es un país referente.
Además del elevado número de manifestaciones representativas que España registra inscritas en la lista de la UNESCO, es un país con una fuerte implicación en el cuidado y conservación de su patrimonio cultural inmaterial, no solo a través de su legislación y planes estratégicos (Ley de Patrimonio Cultural Inmaterial y Plan Nacional para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial), sino también de sus actividades de difusión y apoyo económico durante los veinte años de vigencia de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
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