Del pasado esplendor de esta localidad fronteriza aún permanecen en pie algunos restos de sus murallas y uno de sus cubos fue reconvertido en la Torre del Reloj.
Alcañices conserva hoy día cuatro cubos de su muralla y a uno de sus cubos de mampostería se le dio altura y se instaló el reloj de la localidad convirtiéndose en el emblema del pueblo. Su mecanismo es del siglo XIX.
El evento histórico por el que más se conoce a esta villa es por la firma del Tratado de Alcañices el 12 de septiembre de 1297 para fijar lo que será la frontera entre España y Portugal, tratado que vino a zanjar definitivamente los conflictos entre los reinos leonés y portugués por el control de la frontera acaecidos tras la independencia de Portugal del Reino de León en el año 1143.