Como es la tradición, la Tomatina tendrá lugar este último miércoles de agosto, 30 de agosto de 2023 de 12h. a 13h. El éxito ha llevado a que La Tomatina de Buñol fuera declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo.
La Tomatina es una fiesta que se celebra en el municipio valenciano de Buñol el último miércoles del mes de agosto, dentro de la semana de fiestas de Buñol y consiste en que los participantes se arrojan tomates los unos a los otros
Esta bonita historia comenzó el último miércoles de agosto del año 1945, cuando unos jóvenes pasaban el rato en la Plaza del Pueblo para presenciar el desfile de gigantes y cabezudos. Los chicos decidieron hacerse un hueco en la cabalgata, aunque su ímpetu provocó que cayera un participante. Éste, preso de la ira, empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso.
Por un capricho del destino, allí se ubicaba un puesto de verduras que fue utilizado por la multitud enfurecida para soltar adrenalina: los presentes comenzaron a arrojarse tomates hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a tan particular batalla.
Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de forma voluntaria, llevando incluso los tomates de su casa. Lejos de aceptar como habitual este suceso, la policía prohibió que se repitiera al objeto de evitar que arraigara como tradición.
La Tomatina fue prohibida a principios de los 50, decisión que no disuadió a sus participantes, a pesar de que alguno de ellos fuese detenido. Pero el pueblo habló y la fiesta volvió a autorizarse; sumando cada año más participantes y tornándose cada vez más frenética. Finalmente, se permitió la Tomatina y se institucionalizó como fiesta local. Con el paso de los años, esta celebración comenzó a popularizarse en el resto de España. Desde entonces, año a año ha crecido el número de participantes y el entusiasmo por la misma.
El éxito ha llevado a que La Tomatina de Buñol fuera declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo.
La jornada comienza a las 10 de la mañana, en la plaza del pueblo, tomando fuerzas con los bollos que el Ayuntamiento reparte. Poco a poco, el lugar se va llenando de gente. Antes del combate, se levanta un enorme palo cubierto de jabón en cuyo extremo se coloca un jamón. Los más intrépidos intentan trepar a lo más alto para conseguir el premio, en medio del regocijo general.
Seis camiones son los encargados de distribuir las casi 150 toneladas de tomate entre los asistentes, que desde 2013 tienen aforo máximo de 22 000 personas: los vehículos pasan a un ritmo muy lento entre la multitud congregada en el recorrido (calles San Luis, Cid, y Plaza del Pueblo) mientras un grupo de vecinos de la localidad, subidos a los volquetes de los vehículos, se encargan de repartir los tomates entre la gente, lanzándoselos.
Mientras, desde los balcones se lanzan cubos de agua a las personas que van acudiendo para prepararse antes de la batalla. A las doce suena el disparo que indica el inicio de la lucha, y al fondo de la calle aparece el primer camión cargado con la “munición” anunciando su entrada con la bocina. Los que van en el remolque empiezan a lanzar los primeros tomates.
Por fin, el vehículo se detiene y suelta su carga, es entonces cuando la multitud se abalanza para aprovisionarse de “balas” y, en pocos segundos, todo se tiñe de rojo. Uno tras otro, van llegando camiones con tomates, hasta que se produce el segundo disparo que señala el fin de la batalla. En ese momento comienza la dura tarea de limpiar con mangueras a los valientes que han participado, los cuales ya piensan en la Tomatina del año siguiente.
Después de exactamente una hora, la lucha termina al disparo de la segunda carcasa anunciando el final. Toda la plaza queda teñida de rojo y se forman ríos de jugo de tomate.
Museo de la tomatina
Horario: viernes, sábado y domingo, e de 10:30 a 13:30 horas y miércoles y jueves, con cita previa a través de la Oficina de Turismo del municipio.
Se puede visitar en el edificio Molino Galán de Buñol, junto a la Oficina de Turismo. El itinerario por el museo empieza con una sala inmersiva de 270 grados donde los visitantes podrán sentir el ambiente de la fiesta que se celebra en las calles de Buñol en agosto, junto con uno del Concierto del Mano a mano.
El recorrido continúa a través de paneles fotográficos donde se puede ver la evolución de esta fiesta popular. Gracias a una App, que el visitante encontrará en las tablets que seran facilitadas in situ, Tico, la mascota de la Tomatina, cuenta la historia de forma entretenida y con la ayuda de la realidad aumentada para que el público más pequeño disfrute de la exposición.
El visitante encontrara la zonade realidad virtual, donde gracias a las gafas se introducirá de lleno en la batalla roja. Una forma de revivir la Tomatina cualquier día del año y sin necesidad de salir manchado de zumo de tomate.