La Semana Santa es el periodo sagrado del cristianismo que transcurre desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores).
Bizkaia
En Bizkaia, estas fechas tienen dos focos de atención fundamentales por lo espectacular de sus celebraciones: Balmaseda y Bilbao.
De todos es conocido el tradicional Vía Crucis Viviente de Balmaseda, en la que los protagonistas son los propios vecinos de la Villa. Actualmente participan más de 500 personas. Todo comienza en la noche de Jueves Santo cuando se representan «La Ultima Cena», «La Oración del Huerto» y «El Prendimiento de Jesús». El día de Viernes Santo, a las 9 de la mañana comienzan a sonar los tambores de la guardia romana y todo está listo para el «Juicio de Pilatos», el ahorcamiento de Judas y todos los demás acontecimientos de la Pasión se suceden en forma de pasos vivientes hasta la crucifixión.
En la capital vizcaína, más de tres mil cofrades bilbaínos participan en cada una de las procesiones desde el Viernes de Dolores hasta el Sábado Santo acompañando a los Pasos o figuras, algunas de ellas de gran valor artístico. Destacan la Procesión del Nazareno, que recorre el barrio de San Francisco y en la que se entonan saetas, y la Procesión del Silencio que transcurre de madrugada por las Siete Calles o Casco Viejo.
Gipuzkoa
Hasta hace escasamente 40 años, la mayoría de los pueblos guipuzcoanos conservaban vivas sus procesiones. El 2º Concilio del Vaticano y los cambios en los hábitos de vida han hecho que muchas de estas procesiones desaparecieran, aunque algunas están en camino de notable recuperación.
La Semana Santa de Azkoitia es un momento en el que se puede disfrutar de tranquilidad y tiempo para la reflexión, y a la vez admirar el rico folklore de la villa a través de los rituales en los que se realizan las procesiones. Destaca la procesión del Santo Entierro en la noche del Viernes Santo, donde el sepulcro de Cristo y la Dolorosa recorren, bajo un sobrecogedor silencio, las calles de la localidad custodiados por los «armatus» (soldados) que rompen el silencio al golpear con sus lanzas el suelo.
Hondarribia celebra con especial interés el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección con un pueblo que participa masivamente en los actos. El día de Viernes Santo, a las cinco de la tarde, en la Iglesia Parroquial se puede presenciar el solemne descendimiento del Cristo crucificado escondido tras una gran cortina negra de cinco metros.
Tradicionalmente, las celebraciones de Semana Santa siguen vigentes en Segura, con las procesiones correspondientes del Jueves y Viernes Santos, desfilando por las calles con la imaginería atesorada durante generaciones en la Parroquia junto a nazarenos, penitentes, soldados romanos y músicos, entre otros.
Álava
Desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, varias procesiones recuerdan, en distintas localidades del territorio, la muerte y resurrección de Jesucristo. Entre otros, se puede asistir a los desfiles procesionales de Vitoria y de Laguardia. Así mismo, durante el Domingo de Resurrección en Salinas de Añana, Baños de Ebro o en Lagrán, se podrá contemplar la popular «Quema de Judas». En Moreda de Álava, el Apóstol que traicionó a Jesús arde en la hoguera acompañado por su compañera, la «Judesa».
Alrededor de 300 nazarenos acompañan las procesiones del Silencio y del Santo Entierro que se celebran en Vitoria el Jueves y Viernes Santo, respectivamente, y que cuentan con más de cuatro siglos de antigüedad. El Domingo de Ramos, los fieles participan en la bendición de palmas que tiene lugar en la Catedral Nueva.
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