Nueve municipios salmantinos albergan un circuito de nacimientos animados que tendrá lugar del 10 al 30 de diciembre, convirtiéndose en un reclamo turístico especial en Navidad. Tradición, cultura e ilusión inundarán sus calles y plazas recreando diferentes pasajes bíblicos que pondrán de manifiesto la forma de vida, los oficios, la gastronomía y la música tradicional del territorio.
La provincia de Salamanca da la bienvenida a la Navidad desplegando todos sus encantos cargados de la magia e ilusión que caracterizan esta festividad, a través de la representación de un circuito de 11 Belenes Vivientes.
Nueve son los municipios que albergarán estas recreaciones del nacimiento aprovechando el entorno natural y urbano con el que cuentan para transportar a sus visitantes en el tiempo exponiendo la forma de vida, los oficios, la gastronomía y la música tradicional de la provincia.
Se trata de una iniciativa de la Diputación de Salamanca a través de la cual los visitantes que la experimenten desde el 10 al 30 de diciembre se adentrarán en un recorrido que aúna turismo, tradición, cultura y religión en un ambiente impregnado de tradición a través de luces, adornos, olores, sabores y villancicos. Todos los belenes que forman parte de este circuito cuentan con alguna particularidad que los hace especiales, invitando a los asistentes a recorrer las calles de estos municipios.
La primera recreación tendrá lugar en el Puerto de Béjar el 10 de diciembre a través de un sorprendente Belén acuático, instalado en la Charca de la Rivilla, sobre la estructura de los antiguos lavaderos de la localidad, lugar privilegiado para disfrutar de las espectaculares vistas de la comarca. Una original puesta en escena que mezcla la tradición belenística, el paisaje y los oficios tradicionales de la localidad.
El patio del colegio Rafael Alberti en El Encinar, es el escenario elegido para la representación del nacimiento a gran escala el 17 de diciembre, con casi un centenar de personas dando vida a diferentes episodios bíblicos.
También el día 17, la plazuela de la iglesia de Matilla de los Caños, en el Campo Charro, se transformará en una aldea de Belén con puestos de artesanos, pastores, animales y lavanderas.
El mismo día en Rollán, medio centenar de vecinos convertirán su plaza en el escenario perfecto para narrar el nacimiento de Jesús con adaptación del texto del Auto de los Reyes Magos. Además, los visitantes podrán disfrutar de un recital de villancicos a cargo del grupo de música municipal “La Voz del Artesano”.
Ciudad Rodrigo, municipio salmantino característico por su muralla, castillos y palacios de época, albergará la escenificación de tres nacimientos diferentes. A los ya tradicionales organizados en La Plaza del Buen Alcalde y El Barrio Nuevo que tendrán lugar el 18 y el 23 de diciembre, respectivamente, se une al circuito el belén de la Plaza del Caño Moro. En ellos, los vecinos ataviados con un vestuario de la época escenificarán las diferentes etapas que se vivieron hace más de dos mil años.
San Felices de los Gallegos, municipio medieval salmantino declarado Conjunto Histórico y ubicado en Las Arribes, representará su Belén animado el día 23 de diciembre amenizado por el recital de villancicos “Rosa María Folk”. Por su parte, el 26 de diciembre, en Santiago de la Puebla se escenificará uno de los belenes con más tradición de la provincia. Desde hace años cerca de un centenar de vecinos de esta localidad trabajan durante todo el año para hacer realidad el belén viviente que llega a su punto más álgido con la narración del Nacimiento de Jesús
El circuito de Belenes Animados es una buena ocasión para acercarse a Valdemierque, un municipio con apenas sesenta habitantes en el que la gran mayoría de los vecinos participan en su particular Belén Viviente el 26 de diciembre que comienza en la Iglesia Nueva con la representación de la Anunciación y finaliza el recorrido en la Iglesia Vieja con un recital de villancicos tradicionales.
El día 30 de diciembre en Sorihuela se pone el punto final al circuito de Belenes Animados. A las 18:00 h, en la iglesia parroquial dará comienzo la tradicional celebración del Belén. Un gran número de vecinos ataviados con trajes tradicionales, realizan una singular puesta en escena representando un Belén etnográfico. En él se escenifica el modo de vida de finales del S. XIX en el que no faltan los villancicos tradicionales al son de la gaita y el tamboril.