Detectados cuando dos autocares intentaron cruzar la frontera con Francia. Cinco personas han sido detenidas como presuntos responsables de las falsificaciones, a quienes se les ha intervenido un total de 137 documentos fraudulentos con resultado negativo en COVID-19. Los arrestados son miembros de una empresa de transporte de viajeros, con ruta entre España y Rumanía, y que ofertaba paquetes de viaje que incluía la realización de la prueba PCR
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red dedicada, presuntamente, a la falsificación de certificados de pruebas PCR con resultado negativo, facilitados por una empresa de transporte de viajeros que realizaba sus rutas entre España y Rumanía. Han sido detenidas cinco personas, los cuatro conductores de los autobuses detectados en la frontera con Francia y una quinta persona arrestada en Madrid que, presuntamente, lideraba la organización.
Las investigaciones comenzaron cuando la Policía del Aire y Fronteras de Francia comunicó a las autoridades policiales españolas la retención de dos autocares con destino a Rumanía que habrían pasado a través del paso de La Junquera, cuyos viajeros habían presentado certificados de pruebas PCR falsificados, figurando que habían sido realizados por un laboratorio español ubicado en Barcelona. En total, aportaron 137 certificados PCR, correspondientes a cuatro conductores y 133 pasajeros, y que se hallaban descargados en los terminales telefónicos de los conductores de los vehículos.
Por todo ello, las autoridades francesas denegaron su entrada en territorio galo, traspasando la investigación de los hechos a la Policía Nacional. Realizadas las pertinentes gestiones con el laboratorio que supuestamente habría realizado las pruebas presentadas, se pudo corroborar que los certificados mostrados eran íntegramente falsos, ya que no habían sido expedidos en sus laboratorios o habían sido manipulados.
El viaje ofertado por la empresa incluía la prueba PCR por 40 euros
Los certificados fraudulentos se encontraban en el terminal móvil de los cuatro conductores, habiendo manifestado los pasajeros que habían pagado por anticipado el paquete del viaje, que incluía la realización de la prueba PCR. Esta prueba, según les habían manifestado, se les realizaría durante el trayecto, en un laboratorio de Barcelona concertado, si bien este hecho nunca se llegó a producir.
Las gestiones policiales permitieron determinar que detrás de las falsificaciones se encontraban los responsables y algunos trabajadores de la empresa. Con esta información, se procedió, en un primer momento, a la detención de los cuatro conductores como presuntos autores de un delito de falsificación de documentos, pues tenían pleno conocimiento de las irregularidades, además de ser ellos quienes presentaron y custodiaron los certificados fraudulentos.
Con posterioridad a estos hechos, fue localizado y detenido el máximo responsable de la empresa y de la trama descubierta, quien residía en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.
