Con motivo del Primero de Mayo, La Plataforma salmantina de entidades por el empleo quiere destacar las grandes dificultades en el acceso al empleo en condiciones dignas que sufren las personas con las que trabajan
La Plataforma salmantina de entidades por el empleo, formada por 18 entidades (Apramp, Asecal, Accem, Cocemfe, Caritas, Salamanca Acoge, Fundación Secretariado Gitano, Asociación Tas, Pastoral obrera, CC.OO, Ymca, Fundación ONCE-Inserta; Cruz Roja Salamanca, Salud Mental Salamanca, Fundación Diagrama, Consejo de la Juventud, Fundación Adsis y Cepaim) promueve los derechos de los colectivos más vulnerables, sale a reivindicar empleos dignos que permitan vidas dignas.
La grave situación económica sufrida en los últimos años y la pérdida de derechos de las personas trabajadoras, azotaron con más intensidad a las más vulnerables, más discriminadas, y con menores redes de apoyo.
Reivindican el trabajo decente, un salario digno que permita conciliar la vida personal y familiar y que no ponga en riesgo la salud.
IU Zamora participa en la manifestación de 1º de Mayo
Militantes, simpatizantes, candidatos en las próximas elecciones municipales y autonómicas y la dirección de IU Zamora, han participado un año más en la manifestación del 1º de mayo convocada por los sindicatos de clase y que este año ha partido desde el barrio de Pinilla hasta la Plaza Mayor.
En este 1º de mayo, Día Internacional del Trabajo, han participado en la movilización de los trabajadores y trabajadoras para luchar en defensa sus derechos y en contra la explotación laboral, especialmente en una provincia como Zamora, con salarios por debajo de la media regional y nacional, con las pensiones más bajas de Castilla y León y de España y con un mundo rural abandonado y desatendido, que requiere políticas activas de empleo y un aumento de la inversión pública para evitar la despoblación, el paro, la precariedad y la desigualdad social.
Consideran fundamental que el nuevo Gobierno de España proceda a la derogación de las dos últimas reformas, instrumentos legales que han sido utilizados por las élites económicas para debilitar los derechos laborales, hacer retroceder los salarios y empeorar las condiciones laborales de quienes trabajan a cambio de un salario.
Los bancos y las grandes empresas ya están percibiendo desde hace tiempo los beneficios del crecimiento económico, generados tras los peores momentos de la crisis como consecuencia de un cambio de legislación que les ha sido tremendamente favorable. Sin embargo, los salarios continúan reduciendo su participación en la renta nacional, crece el desempleo, y los modelos de contratación impuestos originan precariedad y temporalidad. Por otra parte, cientos de miles de trabajadores -falsos autónomos- se ven obligados a formas de trabajo y de inseguridad laboral que anulan los derechos conquistados por la clase trabajadora durante muchos años, sumándose así a la situación de muchos autónomos que trabajan en malas condiciones.
Hay una recuperación inestable, y sólo se están beneficiando de ella unos pocos. La pobreza y la desigualdad en todas sus vertientes son problemas reales en nuestra sociedad. Los trabajadores pobres, que aun trabajando a tiempo completo no llegan a fin de mes y la pobreza infantil son fenómenos crecientes.
La feminización de la pobreza es clara y los contratos precarios, o lo que es peor: la contratación en fraude de ley o simplemente sin contrato, golpean especialmente a las mujeres.
Especial atención quieren prestar en este 1º de Mayo a la situación de los trabajadores y trabajadoras migrantes, con cuyos derechos son especialmente solidarios. Izquierda Unida es una organización internacionalista y se moviliza solidariamente con la situación del mundo del trabajo en España y en el resto de los países, y muy especialmente con quienes son víctimas de las guerras de agresión.
Exigen un cambio de política y un cambio de modelo productivo, hacia un modelo sostenible integrado con el medio ambiente. Quieren un país que abra camino a un futuro digno, a la esperanza para que los y las jóvenes tengan un proyecto de vida, a la seguridad para que los y las pensionistas tengan pensiones adecuadas, y a que todos y todas podamos mirar el horizonte con confianza.
Ya es el momento de cambiar la agenda de las políticas económicas y sociales, para invertir la creciente desigualdad y para construir la más sólida democracia. Es hora de que las reivindicaciones de la clase trabajadora constituyan el núcleo de la política en las instituciones: trabajo digno, estable y bien remunerado; pensiones dignas y suficientes; servicios públicos de calidad, con propiedad y gestión pública; desarrollo equilibrado y sostenible. Todo ello en un marco de igualdad social y libertad democrática