Finalizamos nuestro recorrido por los valles sumergidos en el Valle de Riaño. Valle anegado el 31 de diciembre de 1987, solo un día antes de que entrara en vigor la directiva europea que hubiera convertido en inviable su construcción desde el punto de vista medioambiental.
Es el más grande de todos los embalses construidos por el Estado en la cuenca del Duero.
Su capacidad, superior a los 650 millones de metros cúbicos de agua, es suficiente para garantizar el riego de 80.000 hectáreas ubicadas, fundamentalmente, en la provincia de León.
Se localiza al noroeste de la provincia de León, en la parte meridional de la Cordillera Cantábrica, en una comarca de grandes valores naturales y paisajísticos.
Esta zona fue declarada en 1994 por la Junta de Castilla y León, Parque Regional por haberse conservado en ella «ecosistemas propios de la región eurosiberiana, que tiene como expresión más significativa extensas áreas de bosque atlántico caracterizadas por robledales y hayedos, con unas poblaciones de fauna entre las que destacan el oso pardo y el urogallo».
Aunque su construcción dio comienzo a mediados de la década de los años sesenta del pasado siglo, el cierre de la presa no fue posible hasta el mes de diciembre de 1987. El muro de hormigón que, en forma de bóveda, retiene las aguas del Esla en uno de los más hermosos valles de la provincia leonesa, tiene una longitud de 337 metros y se alza casi 100 desde el suelo.
El embalse de Riaño tiene más de 100 kilómetros de costa y en sus aguas pueden practicarse, además de la pesca, una amplia variedad de deportes náuticos.
La destrucción del valle
Fue la destrucción de un valle, el etnocidio de toda una comarca para regar la vecina Castilla. Hoy debido a la sequía el embalse está prácticamente vacío y ha salido a la luz la antigua carretera, el puente de Pedrosa, el castillo de Riaño y sobre todo ha salido un paisaje desértico y lunar ya que los árboles fueron talados y las casas demolidas. Es el valle de Riaño.
El pantano fue proyectado a principios del siglo XX y posteriormente durante el periodo de la República. Comenzó su andadura política en 1963 y sus obras en 1965, con el levantamiento del muro de hormigón de la presa, durante la dictadura franquista.
El proyecto fue avanzando muy lentamente durante los años 70 del siglo XX, produciéndose algunas movilizaciones en el valle de Riaño. Tras la llegada del sistema constitucional en 1978, el proyecto quedó congelado.
Con la llegada al poder de los socialistas en 1982, se retoma el proyecto, acelerándose la construcción del embalse. Después de numerosas protestas en el propio valle, en León, Madrid, Bilbao y Valladolid, y después aparecer en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales durante meses, el gobierno socialista de Felipe González en Madrid, con Javier Saenz de Cosculluela a la cabeza en calidad de Ministro de Obras Públicas; decretaron el cierre forzoso del valle y la ocupación militar del mismo, para garantizar el desarrollo de las obras.
Las compuertas del embalse de Riaño fueron cerradas el 31 de diciembre de 1987, solo un día antes de que entrara en vigor la directiva europea que hubiera convertido en inviable su construcción desde el punto de vista medioambiental. No se celebró ninguna inauguración oficial del pantano de Riaño, ya que todas las autoridades implicadas por el proyecto estaban de vacaciones en Nochevieja, mientras los habitantes del Valle de Riaño, eran expulsados de sus pueblos expropiados.
Si bien, su construcción comenzó en 1965, el retraso en su llenado se explica por un cúmulo de circunstancias sociales y políticas, pero sobre todo, económicas; compromisos con las hidroeléctricas, extensos regadíos que no se han llevado a cabo (84000 Ha.) y orientados a cultivos entonces excedentarios en la CEE. Gestiones estas realizadas principalmente por el consejero socialista de agricultura Jaime González González desde la Junta de Castilla y León.
El paso de los años con el proyecto paralizado (23), con el afloramiento de una nueva generación de montañeses y una mayor conciencia medioambiental de la sociedad, dió lugar a las protestas en contra de la culminación de las obras y de la consecución del pantano como tal.
Las mismas, fueron en aumento, con manifestaciones respondidas con cargas policiales e intervención militar para el desalojo forzoso de los residentes en los municipios afectados.
Durante los días que se llevó a cabo el desalojo y la destrucción sistemática de las casas de los nueve pueblos en julio de 1987, tuvo lugar el trágico suceso del suicidio de un vecino de Riaño. Su nombre, Simón Pardo («Mones»).
Los pueblos anegados:
Anciles era una villa situada a la vera del Río Esla era una de las localidades más pintorescas de la montaña leonesa. Fue destruida en 1987 por la construcción del embalse de Riaño. El Valle de Anciles, por encima de la cota de inundación del pantano, constituye en la actualidad por su situación y orografía, un atractivo entorno para el disfrute de la naturaleza, manifestado en la belleza tan especial de sus montañas y valles.
Burón, situado en una de las colas del Embalse de Riaño, unos pocos metros por encima de la cota 1.100 msnm lo salvaron en parte de la inundación, pero la mayor parte de su caserío tradicional fue destruido por el gobierno en 1987. Solo la iglesia y las escuelas como edificios emblemáticos, fueron trasladados.
Éscaro era un pueblo perteneciente al municipio de Riaño que también desapareció en 1987 bajo las aguas del Embalse.
Huelde pertenecía al municipio de Salamón y luego a Crémenes, pero vinculado históricamente a Riaño, capital de la comarca. Desapareció en el año 1987.
Pedrosa del Rey tras ser demolido el 22 de julio de 1987, fue anegado por las aguas del embalse de Riaño, cuyas compuertas se cerraron el 31 de diciembre de 1987.
Riaño. La historia reciente de Riaño está marcada por la traumática construcción del embalse que lleva su nombre, para lo cual, destruyó y posteriormente, se anegó, el pueblo original, el antiguo Riaño o Viejo Riaño, entre los años de 1986-1987.
Cuando el día 31 de diciembre de 1987 se «echaron» las compuertas del ciclópeo bastión de La Remolina, con ello se puso fin a la existencia de una importante parte de la Comarca de Riaño hoy más conocida como Montaña de Riaño. Finalizaban así, al menos veinte o treinta mil años de Prehistoria, pues existen pruebas de que la Cueva del Oso, en Riaño, estuvo habitada desde finales del Paleolítico Medio.
Vegacerneja esta situada en el valle que forma la unión de los ríos Tuerto y Orza, se vió afectado parcialmente por el Embalse de Riaño. También se encuentra en el Parque Regional de los Picos de Europa.
Y también fueron anegados los pueblos de Salio y La Puerta. El magnífico Museo etnográfico de Riaño expone las fotos de todas las casas sumergidas en el embalse debido a un impresionante trabajo de campo.
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