Para la agrupación empresarial y profesional los plazos del nuevo acuerdo en relación a los ERTE son claramente insuficientes.
Madrid, 27 de junio de 2020.- La Mesa del Turismo valora como necesario el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales para la ampliación de los ERTE hasta finales de septiembre, aunque sostiene que la envergadura de la crisis económica, y particularmente su impacto en el sector turístico, exige que se alarguen hasta final de año. “La ampliación de los ERTE hasta el 30 de septiembre era necesaria y, sin duda, va a contribuir a paliar económica y socialmente la grave situación que atraviesan miles de empresas turísticas, pero los esfuerzos realizados hasta el momento para mantener el empleo se verían comprometidos en sus resultados si no vamos un paso más allá”, argumenta Juan Molas, Presidente de la Mesa del Turismo.
Para la agrupación empresarial y profesional los plazos del nuevo acuerdo en relación a los ERTE son claramente insuficientes. “Con una tímida reactivación turística, que no va a salvar de ninguna manera la temporada de verano, las previsiones económicas para lo que resta de año distan mucho de ser optimistas, en especial para subsectores como las agencias de viajes y el segmento MICE –reuniones, congresos, incentivos y eventos-, sobre cuyas empresas planea una seria incertidumbre de supervivencia”, añade Molas.
El turismo es una actividad económica compleja y transversal, con múltiples particularidades en cada subsector. Coloquialmente esto se traduce en que el “café para todos” rara vez funciona. La Mesa del Turismo puntualiza que la nueva configuración de los ERTE puede ofrecer una respuesta a subsectores donde la actividad está restringida, pero existe, mientras que no aporta luz a la problemática de otros donde el problema es –aún- la falta de reactivación. Y estos subsectores no van a estar en condiciones de sacar a sus plantillas de los ERTE por causa de fuerza mayor el 30 de septiembre; sólo si el plazo se amplía o reciben ayudas directas podrán aguantar el duro tirón de esta crisis con la que nadie contaba.
Otro aspecto del nuevo acuerdo de los ERTE que preocupa a la Mesa del Turismo son las exenciones a la baja en las cotizaciones sociales, que irán recortándose progresivamente en julio, agosto y septiembre
–respectivamente, un 70%, 60% y 35% en las empresas de menos de 50 trabajadores, y un 50%, 40% y 25% en las empresas de más de 50 trabajadores-. La demarcación de dos tramos en las bonificaciones a la Seguridad Social en función del tamaño de las empresas abre una brecha excesiva en las cargas sociales de unas y otras.
Por otra parte, queda pendiente conocer en qué situación se encontrarían los trabajadores autónomos de cara a los próximos meses. Representan un volumen muy significativo del empleo turístico y la regulación por parte del Gobierno de unas condiciones que tengan en cuentan la delicada situación y la falta de facturación en su actividad resulta imprescindible para que este colectivo pueda resistir y continuar siendo un eslabón dinámico del tejido empresarial del turismo.