Madrid, 21 de octubre de 2014.- Desde hace más de 3.000 años, el templo de Abu Simbel, el segundo lugar más visitado de Egipto después de las pirámides de Giza, se viste de luz y color para celebrar el “Festival del Sol”. El faraón Ramsés II mandó construir el templo de tal forma que la cámara interna se iluminara dos veces al año: una vez, en el aniversario de su ascensión al trono, el 22 de febrero, y la segunda el 22 de octubre, honrando el aniversario de su nacimiento.
Según esta tradición, una multitud de personas se reúne al amanecer para observar cómo, poco a poco, los rayos de sol zigzaguean a través de la piedra arenisca hasta iluminar el santuario, situado al fondo del templo. La cámara está orientada de tal modo que, estos dos días, tres de las cuatro estatuas, la de Ramsés sedente junto a los dos dioses del sol, Ra y Amón, queden bañadas por la luz del día. Tan sólo la figura de Ptah –el dios de las sombras- permanece en tinieblas en estas fechas tan señaladas para los egipcios. De esta forma, la imagen del faraón queda revitalizada con la energía del astro rey.
Durante el resto del año, Abu Simbel se mantiene en absoluta oscuridad, un extraño fenómeno escrupulosamente pensado para ofrecer esta compleja exhibición arquitectónica bianual, y que demuestra, una vez más, el ingenio y maestría de los arquitectos del antiguo Egipto.
Los locales, reunidos en los alrededores del santuario, festejan este evento con música, espectáculos teatrales, bailes y muestras de gastronomía típica del país que harán las delicias de los visitantes.
No obstante, al caer la noche, el templo también resulta encantador, ya que sobre su fachada se despliega diariamente un espectáculo de luz y sonido que transporta al visitante al Egipto gobernado por Ramsés II, conocido como el Grande. Las proyecciones se realizan tanto en la fachada del templo mayor como en la del menor, ambos Patrimonio Mundial de la UNESCO, reflejando cuál fue su aspecto en el pasado.
Acerca de Turismo de Egipto
Situado en el extremo nordeste de África, Egipto es uno de los países del mundo que recibe un mayor número de turistas. Presente en la mayoría de las programaciones de los turoperadores españoles, sus atractivos turísticos son numerosos: El Cairo, Luxor, Asuán, Hurgada, Abu Simbel y Sharm el Sheik, entre otros. Además, se realizan cruceros por el Nilo y la zona del Mar Rojo es un enclave perfecto para el submarinismo.
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