En 25 años de existencia ha transportando a 11 millones de pasajeros y 2,6 millones de vehículos. Durante este tiempo dos barcos con el nombre de Volcán de Tindaya han cubierto el servicio que une el norte de Fuerteventura y el sur de Lanzarote en apenas media hora de viaje.
La línea Corralejo-Playa Blanca de Naviera Armas Trasmediterránea cumple 25 años de servicio ininterrumpido. Durante este tiempo, dos barcos con el nombre de Volcán de Tindaya han cubierto el trayecto que une el norte de Fuerteventura y el sur de Lanzarote en apenas media hora de viaje y ha transportado a 11 millones de pasajeros y 2,6 millones de coches. Es un servicio de gran éxito, que facilita el transporte de mercancías, pasajeros y turistas en una travesía que discurre próxima a la isla de Lobos.
El 7 de mayo de 1995 el primer Volcán de Tindaya se presentó a las autoridades y medios informativos de ambas islas, en un viaje que dio la vuelta a la isla de Lobos. Entre los asistentes se encontraba Juan Umpiérrez, conocido como Juan el patrón, figura legendaria de la época del cabotaje convencional, que ese día estaba emocionado viendo la evolución del transporte marítimo en Canarias.
Por espacio de ocho años, el primer Volcán de Tindaya permaneció en la citada línea, en la que prestó un servicio muy estimable. Es de resaltar que este buque, junto a los gemelos Volcán de Tauce y Volcán de Tejeda, proyectaron la nueva etapa de Naviera Armas, como sucesora de la sociedad Antonio Armas Curbelo, de la que también ahora se cumplen 25 años.
El relevo en la línea Corralejo-Playa Blanca llegó con el nuevo Volcán de Tindaya, que se estrenó el 2 de julio de 2003. Es un ferry construido en el astillero Hijos de Barreras, en Vigo y diseñado específico para la citada línea, de allí su tamaño y características. Tiene capacidad para 700 pasajeros y 100 coches, con las posibles combinaciones con nueve camiones o remolques de carga rodada y mantiene una velocidad de 17 nudos.
El ferry Volcán de Tindaya ofrece un nuevo concepto de habitabilidad, jugando con espacios escalonados, un bar central en forma de cascada para atender en los tres niveles y una comunicación interior para el personal de servicio. El proyecto impreso imprime un toque personalizado con una decoración compuesta por grandes murales con motivos de las Islas Canarias, obra del artista Alex Carrascosa.
El buque dispone de tres cubiertas para la acomodación de pasajeros en cómodos asientos y ofrece dos novedades. En la cubierta superior dispone de cuatro balcones a cada banda, para que el viajero disfrute del paisaje durante la travesía y a popa tiene un anfiteatro dotado de bancos en escalera, que permite ir viendo el mar con una amplia visión y tiene un techo movible de cristal que puede ir abierto o cerrado según lo aconseje el estado del tiempo.