La Junta de Estudiantes mantuvo este jueves una reunión con el Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo de la ULE, para establecer actuaciones para reducir los posibles contagios de estudiantes de la ULE en entornos sociales.
La Junta de Estudiantes (JEULE) y delegados de centro de Facultades y Escuelas de la Universidad de León (ULE) mantuvieron en la tarde de ayer, en la Biblioteca Central San Isidoro del Campus de Vegazana, una reunión con la Vicerrectora de Estudiantes y Empleo, Ana Isabel García para tratar las eventuales medidas a adoptar para reducir los contagios de estudiantes de la ULE en entornos sociales.
Al término de la reunión la Junta de Estudiantes ha emitido un comunicado que se recoge en los párrafos siguientes:
“En relación con las noticias sobre incumplimientos de las medidas sanitarias para la COVID-19 llevados a cabo por miembros de la comunidad universitaria, la Junta de Estudiantes de la Universidad de León, con el apoyo del Equipo de Gobierno, mostramos nuestra total desaprobación de este tipo de actitudes irresponsables, ante las que anunciamos nuestra tolerancia cero.
De igual forma, queremos trasladar nuestra gran preocupación ante los datos facilitados por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Universidad de León que muestran que la totalidad de los contagios de estudiantes se están produciendo en reuniones sociales de estos fuera de la universidad, demostrando así que las aulas y centros -con mascarilla, distancia interpersonal y medidas de higiene – son un espacio seguro para todos.
La amplia mayoría de los estudiantes que conforman -y conformamos- la Universidad de León está actuando con responsabilidad y siguiendo las restricciones, cuarentenas y recomendaciones sanitarias. Por ello, no podemos tolerar en forma alguna que una minoría de irresponsables ponga en peligro con sus actuaciones a los miembros de la comunidad universitaria o altere el normal funcionamiento de la ULE.
Asimismo, queremos poner de manifiesto nuestra voluntad de colaborar con las autoridades sanitarias y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad informando sobre cualquier situación -especialmente los «botellones» o las «novatadas»- de la que tengamos conocimiento y que suponga un riesgo para la salud pública.
Deseamos mostrar, igualmente, nuestro compromiso de denunciar ante las autoridades académicas estos incumplimientos cuando tengan incidencia o perturben la actividad educativa y el correcto funcionamiento de la Universidad. Recordamos que, para estos casos, las sanciones -conforme a la normativa vigente- podrían alcanzar a la prohibición de examinarse en todas las asignaturas de las que se está matriculado.
Por último, hacemos un llamamiento a todos los universitarios al compromiso, la responsabilidad, el respeto y la colaboración ante esta crisis sanitaria. La COVID-19 nos ha obligado a dejar de lado los individualismos para entender que la salud de una persona es la salud de todas y que los actos que llevamos a cabo en nuestra esfera privada pueden tener incidencia no solo en nuestros más allegados, sino en la propia universidad. Por eso, creemos que la universidad, y quienes la conforman, debe verse como lo que a lo largo de la historia ha demostrado ser: una institución ejemplar en los tiempos más difíciles y una muestra del constante progreso de la sociedad”.