Esta iglesia del siglo XII fue construida en honor a Santiago. Guarda en su interior una imagen del siglo XIII de la Virgen sentada con el niño en su regazo y un retablo del siglo XVII
Románica por su espadaña como por los canecillos que aún conserva en su muro norte. Guarda en su interior una imagen del siglo XIII de la Virgen sentada con el niño en su regazo y un retablo del siglo XVII que hace alusión al juicio final. Se conserva una pila bautismal de granito del siglo XVI.
Una de las cosas que llama la atención es que la anchura de la cabecera es igual a la de la nave, algo impropio de época románica pero característico del primer gótico, lo cual puede ser un indicio cronológico del edificio, claro que también pudiera ser que la cabecera original –entonces más estrecha– hubiera desaparecido, sustituida por otra, ya gótica, con la misma anchura de la nave, sobre la que se realizaría posteriormente el recrecimiento.
La fachada norte esta segmentada con tres contrafuertes, que corresponden a otros tantos arcos interiores, el triunfal y los dos que separan los tres tramos de la nave. El cuerpo de la iglesia, en ese mismo lado septentrional, es también de buena sillería, cuyas hiladas se alteran al final para dar paso a la espadaña
En la fachada sur, bajo el pórtico, se aprecia también la fábrica románica, aunque aquí llama la atención un ensanchamiento del muro que viene a coincidir con el segundo y tercer tramos de la nave.
Hacia finales del siglo. XV o principios del siglo XVI, el templo fue ampliado como atestiguan los frescos góticos aparecidos al retirarse, recientemente, el encalado, bajo el que aparecieron letras góticas al uso durante el periodo.
La espadaña sigue el omnipresente modelo sayagués de podium regruesado, cuerpo recto y macizo, flanqueado superiormente en chaflanes que dan paso a un remate de cortísimos laterales rectos y agudo piñón, con dos grandes troneras de medio punto y una tercera, más pequeña, en la enjuta de las anteriores.
También aparecieron dos amplios frescos en el altar mayor con las figuras de San Miguel Arcángel y de Santiago apóstol, cuyo estilo es el propio de la época del reinado de los reyes Católicos o de Carlos I.
El acceso a este templo es gratuito, pero no dispone de un horario de visitas, ni de servicio de visitas guiadas. El acceso se podrá realizar en horario de culto.