La Iglesia parroquial destaca notablemente en el paisaje.
Construcción de cruz latina, data del siglo XVIII. La torre de la Iglesia fue reconstruida en el año 1850. En el interior de la iglesia cabe destacar su retablo mayor, donde resalta sobremanera el expositor para la adoración del Santísimo, además de la imagen de San Román, patrón del pueblo, que al igual que la iglesia también data del siglo XVIII.
Tres grandes lienzos, pintados en la segunda mitad del siglo XIX, representan la entrada al sepulcro y a varios personajes y pasajes bíblicos. Notables platerías, viril y cálices, así como la Cruz Parroquial en plata, obra del platero Sebastián de Encalada en 1558, son algunas de las joyas con las que cuenta esta iglesia.
Cabe destacar también las capillas laterales en honor a San Antonio, San Marcos, Nuestra Señora de la Concepción y Nuestra Señora del Rosario.