La iglesia conserva en el hastial una celosía de un desaparecido rosetón, labrada en caliza, con forma semielíptica con dos saeteras laterales, otras dos menores en el centro, tres oculillos y varias cruces de Malta grabadas.
La Iglesia parroquial de San Mamés, del siglo XVII, ubicada en la zona alta, con espadaña barroca, guarda en el interior de la sacristía la bula firmada por el cardenal Francisco en 1536 que otorga indulgencias a los miembros de la Cofradía de La Vera Cruz que participen en la procesión del Santo Entierro con espíritu penitente.
También aloja la urna de cristal y madera policromada en la que se traslada el Cristo, La Virgen del Rosario y objetos litúrgicos vinculados a la insigne celebración religiosa popular. El retablo mayor barroco integra al patrón, San Mamés, y el lateral a San Antonio de Padua.
El pueblo es conocido internacionalmente por su emotiva Semana Santa, en concreto por mantener desde el siglo XVI una austera y estética Procesión del Santo Entierro –el Viernes Santo- que ha merecido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, como ejemplo y símbolo de religiosidad popular sincera y profunda del mundo rural, un tesoro etnográfico, cultural y humano que La Cofradía de la Cruz o del Santo Cristo protege desde hace siglos.