En el yacimiento turolense hay varios troncos fosilizados, parientes de las secuoyas, de unos 100 millones de años de antigüedad. Se han llevado a cabo la actualización del diseño y de los contenidos divulgativos con la incorporación de nuevos paneles y atriles informativos, así como la recuperación del cercado perimetral.
El yacimiento El Barranquillo, incluido dentro del término municipal de Castellote, cuenta con un nuevo entorno museográfico desarrollado por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Entre las acciones desarrolladas se ha priorizado la recuperación del cercado perimetral de los dos afloramientos con troncos fósiles (algunos de unos 4 metros de longitud) de los que consta el yacimiento y la actualización del diseño y de los contenidos divulgativos y educativos, con la incorporación de nuevos paneles y atriles informativos a lo largo del recorrido. A través de estas acciones se renueva el estado de conservación de la museografía de este yacimiento paleontológico conocido desde 1993 e incluido en el catálogo de Lugares de Interés Geológico del Gobierno de Aragón.
Los troncos de El Barranquillo tienen una edad geológica de unos 100 millones de años (Albiense, Cretácico Inferior). Los fósiles presentan unas características tan diferenciadoras que permitieron asignarlos a una nueva especie dentro del género Protaxodioxylon, denominada P. turolense. Son parientes de las actuales secuoyas, las plantas más grandes del planeta, cuyos troncos pueden alcanzar una altura de hasta 115 metros y un diámetro de casi 8 metros. La fosilización de los troncos de El Barranquillo ha permitido deducir que se encontraban en entornos con condiciones ambientales muy estables que permitieron su desarrollo continuo, ya que no presentan anillos de crecimiento.
Este yacimiento paleontológico está situado en el Parque Cultural del Maestrazgo, Geoparque Mundial de la Unesco. Hace unos 100 millones de años el paisaje era muy diferente al actual. Durante el intervalo temporal del Cretácico Inferior denominado Albiense, toda la zona mitad oriental de lo que actualmente es España estaba ocupada por una amplia llanura costera en donde desembocaban grandes ríos que aportaban sedimentos y también transportaban troncos de los árboles que arrastraban a su paso. Estos árboles crecían en zonas algo más alejadas del mar, pero cercanos a las costas de las islas que constituían lo que hoy conocemos como península ibérica en un contexto climático subtropical cálido y húmedo.
La actuación en el yacimiento El Barranquillo se ha desarrollado en el marco de las acciones multidisciplinares de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis subvencionadas por el Gobierno de Aragón y el Gobierno de España con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel. Asimismo, forma parte de las acciones de la Unidad de Paleontología de Teruel (Gobierno de España) y del grupo de investigación FOCONTUR (Gobierno de Aragón).