El Musac se ha convertido en referente de la Ciudad y su fachada en un icono de León. Es uno de los edificios más bellos de León.
El edificio de MUSAC fue diseñado por los arquitectos españoles Emilio Tuñón (Madrid, 1958) y Luis Moreno Mansilla (Madrid, 1959 – Barcelona, 2012) –ganadores del Premio de Arquitectura Española en 2003 y del Premio Mies Van der Rohe en 2007–, autores de edificios emblemáticos como el Ayuntamiento de Lalín, el Museo de Bellas Artes de Castellón, el Museo Provincial de Zamora, o el Auditorio Ciudad de León.
Es uno de los proyectos arquitectónicos españoles contemporáneos con más reconocimiento internacional, tras obtener en 2007 el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea; su participación en la exposición On-Site: New Architecture in Spain, que el MoMA de Nueva York dedicó en 2006 a los proyectos arquitectónicos recientes más destacados en España; o la representación española en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2004.
Los arquitectos Tuñón + Mansilla proyectaron la sede de MUSAC como una gran superficie para la cultura, un sistema expresivo a base de espacios continuos diversificados que trata de enfatizar el interés que comparten el arte y la arquitectura por la expresión contemporánea.
En su extensión, como un edificio de una sola planta construido con muros de hormigón blanco y grandes vidrios de colores al exterior, el museo quiere ser un espacio donde el arte se sienta cómodo y ayude a borrar las fronteras entre lo privado y lo público, entre el ocio y el trabajo y, en definitiva, entre el arte y la vida.
La geometría de la planta es una de las peculiaridades más destacadas del museo. Una geometría compleja que viene heredada de la de ciertos pavimentos de origen romano que, mediante dos polígonos (cuadrado y rombo) permite desplegar una superficie continua, regular o irregular, sobre un plano. El movimiento que caracteriza el plano del edificio contrasta con la sutileza de su fachada, compuesta por más de 3.351 vidrios (de ellos, 2.719 translúcidos), sustentados por quinientas vigas prefabricadas de hormigón.
En el encuentro del edificio con su frente más urbano, MUSAC configura una amplia plaza pública de 1.500 m² que adquiere una forma cóncava para acoger actividades y encuentros, un espacio donde se rinde homenaje a la ciudad como lugar de relación entre las personas.
El mosaico de cristales de 37 colores que recibe al visitante en la fachada principal se ha obtenido a partir de la digitalización de una imagen de la vidriera «El Halconero» de la Catedral de León. Se trata de una de las vidrieras más antiguas de la catedral (data del siglo XIII) y retrata escenas de una cacería. El museo evoca el patrimonio de la ciudad de León al mismo tiempo que nos recuerda su carácter de catedral contemporánea.
Fuente y mas info: http://musac.es/#museo/edificio/