Casa de las Carnicerías acogió la cuarta de las nueve actividades promocionales de los vinos D.O. Tierra de León que se desarrollarán todos los viernes, hasta el mes de junio. La actividad tiene como objetivo difundir y promocionar la calidad, singularidad y especiales características organolépticas de los vinos rosados y tintos elaborados con uvas de las variedades autóctonas Mencía y Prieto Picudo. Cada bodega presenta al menos tres vinos certificados por la Denominación de Origen Tierra de León y se reserva la admisión de participantes en la cata por invitación y/o hasta completar el aforo.
León, 5 de mayo de 2018. La Casa de las Canicerías acogió ayer viernes la cuarta cata de vinos de la D. O.Tierras de León y que se desarrollarán todos los viernes hasta junio, a partir de las 20.00 horas, en la casa de las Carnicerías en la plaza de San Martín, sede oficial de la CEG-2018, y que son dirigidas por los enólogos o directores técnicos, bajo la organización de las bodegas adheridas al consejo regulador de los vinos de la zona de producción del sur de la provincia.
Ayer viernes, la protagonista de la cata D.O Tierras de León fue la bodega 100 Cepas, una bodega familiar que acercó a los asistentes vinos con toques de autor.
La bodega, cuyas riendas lleva César, se encuentra en Corbillos de los Oteros y fue un legado de la matriarca de la familia. Actualmente toda la familia de César y amigos arriman el hombro para sacarlo adelante compatibilizándolo con sus obligaciones laborales. Tanto es así que César en el año 2001 compatibilizó su trabajo con la realización de un curso presencial de elaboración de vino en el Bierzo. Hasta allí se desplazaba cada tarde tras finalizar su jornada laboral, y al finalizar la fase presencial y para completar su formación realizó su periodo de prácticas en una bodega de Valdevimbre.
Todo ese esfuerzo realizado tenía un objetivo, mantener la idea de las bodegas tradicionales pero realizando vinos con toque de autor.
Tradición es también como ellos realizan la vendimia de forma totalmente manual y ajustándose a los periodos de descanso de las tareas laborales a las que se dedica cada miembro de la familia y amistades, ya que esta faceta bodeguera la realizan casi como una afición y no tanto como un negocio. También realizan a mano otro tipo de tareas como son el alambrado, etiquetado o encapsulado entre otras muchas.
Por eso la producción de cada una de las cosechas va entre 3.000 y 4.000 botellas, y no se plantean en aumentar esa cota pues apuestan por conseguir vinos de calidad, con toque de autor y sobre todo poniendo mucho mimo y sentimiento.
En la cata de ayer se pudo degustar todo el mimo con el que estaban elaborados los cuatro vinos tintos que se cataron, dos de ellos envejecidos en barrica durante al menos 11 meses, el primero fue 100 Cepas del año 2012 y el segundo 100 Cepas del años 2015; a continuación sirvieron los tintos crianza. El tercero 100 Cepas Crianza 2012 , cerrando la cata el vino 100 Cepas Crianza 2015.
Vinos para todos los gustos , pero con un denominador común, mimo, mucho mimo en todo el proceso. Tanto ,que incluso en el último vino crianza 2015, cuya producción ha sido de unas 300 botellas, han encapsulado cada botella manualmente con un material similar al lacre, pero mucho más ecológico.
En definitiva, esta bodega apuesta por un producto final con un toque de distinción.
Aún quedan oportunidades para conocer distintas propuestas bodegueras con vinos D.O Tierras de León: 18 de mayo con Gordonzello (Gordoncillo), el 25 con Leyenda del Páramo (Valdevimbre) y el 8 de junio con Pardevalles (Valdevimbre).
El 15 de junio se cerrará la serie con los vinos de la cooperativa Ribera del Cea (Valderas). El consejo regulador prevé programar una segunda serie de catas a lo largo del último trimestre de la capitalidad.