Ambas áreas de la ULE hacen público un manifiesto con motivo del Día Internacional del Orgullo este 28 de junio y reafirman su compromiso con los derechos de las personas LGTBI+.
Con motivo del Día Internacional del Orgullo que se conmemora este 28 de junio, la Defensoría de la Comunidad Universitaria y la Unidad de Igualdad de la Universidad de León (ULE) se suman a la reivindicación de los derechos de las personas LGTBI+ y desde esta semana alzan la bandera arco iris en la parte trasera del edificio de Servicios del Campus de Vegazana.
La Defensoría, con el profesor Paulino Pardo al frente, y la Unidad de Igualdad del Área Social que dirige la profesora Adelina Rodríguez, han contribuido en los últimos años al reconocimiento de derechos a través de iniciativas como el Reglamento de la ULE, aprobado hace dos años, por el que se establece un protocolo de actuación para garantizar el derecho de las personas transexuales, transgénero e intersexuales a usar el nombre correspondiente al género con el que se identifican.
Ambos departamentos han propiciado y promovido el reconocimiento y respeto mediante distintas actividades formativas y de divulgación, al igual que han trabajado al unísono para hacer realidad en los últimos meses el II Plan de Igualdad de la ULE. Un Plan que recoge unos objetivos encaminados a sensibilizar y visibilizar la cultura en igualdad por razón de sexo, avanzar en la comunicación en igualdad, prevenir y evitar el acoso en el ámbito universitario, y garantizar la igualdad por razón de sexo en el acceso, promoción y prestación de servicios del personal de la ULE.
Como parte de dicho Plan, también se está negociando un Protocolo específico para la protección contra el acoso sexual y por razón de género, con el objetivo de mejorar las actuaciones en la Dirección de la Unidad de Igualdad. No obstante, la Defensoría y la Unidad de Igualdad mantienen que las mayores novedades para la promoción de la diversidad en el ámbito universitario han venido de la legislación estatal.
Así es el caso de la Ley de Convivencia Universitaria que ha requerido que todas las universidades establezcan normas que fomenten el respeto a la diversidad, la tolerancia, la igualdad y la adopción de medidas de acción positiva a favor de los colectivos vulnerables, así como medidas dirigidas a eliminar cualquier forma de violencia, discriminación o acoso sexual por razón de sexo, orientación sexual, identidad o expresión de género, características sexuales, entre otros aspectos. Asimismo, todas las normas de convivencia deben contemplar una perspectiva de género y de interseccionalidad.
La Ley Orgánica 2/2023, del Sistema Universitario, ha supuesto un hito al encargar a la Conferencia General de Política Universitaria la elaboración de informes sobre la aplicación del principio de igualdad de género y de las políticas antidiscriminación o de reconocimiento de la diversidad en todos los aspectos de la vida universitaria. Además, se ha establecido la consideración de los principios de igualdad e inclusión en el acceso a las ayudas al estudio, se ha enfatizado la equidad sin discriminación en el ejercicio de los derechos, se han creado unidades básicas de igualdad y diversidad, y se ha incorporada la evaluación de impacto de género en el proceso de elaboración del presupuesto.
“Todas estas previsiones no son invenciones descabelladas de algún ministerio o de las cortes españolas”, señalan Paulino Pardo y Adelina Rodríguez. “Todas se dictan en consonancia con la Unión Europea, que ha subrayado el papel fundamental que desempeñan los agentes educativos, especialmente las universidades, en la protección y promoción de los derechos de las personas LGBTIQ y en fortalecer la diversidad, la inclusión y la igualdad de género”
La Defensoría y la Unidad de Igualdad recogen en un manifiesto por el Día Internacional del Orgullo del 28J que “es necesario recordar que hablamos de derechos humanos fundamentales, que no deberían estar en tela de juicio en ningún lugar de la Tierra. Menos aún en sociedades democráticas como la nuestra, donde a veces se expresan consignas y declaraciones llenas de desprecio, incluso desde partidos políticos con amplia presencia parlamentaria o desde las propias instituciones representativas y administraciones públicas”.
Junto con la adhesión a la conmemoración del 28 de junio, Día Internacional del Orgullo, “resulta pertinente advertir que algunas otras fechas recuerdan el precario reconocimiento o el inminente peligro en que se hallan los derechos de las personas LGTBI+”, como el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (17 de mayo), el Día de la Visibilidad Intersex (26 de octubre) y el Día Internacional de la Memoria Trans (20 de noviembre).
“Como parte de nuestro compromiso, la Universidad de León enarbola la bandera arcoíris en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, celebrado el 19 de junio. Esta fecha tiene como objetivo concienciar sobre la necesidad de poner fin a la violencia sexual en los conflictos y honrar a las víctimas y supervivientes de todo el mundo, así como a aquellos que han luchado valientemente para erradicar estas conductas. El horror sufrido por cada una de esas personas, casi siempre mujeres y niñas, ha de ocupar un lugar en nosotros. Donde quiera que estén esas personas, cada una de ellas ha de recibir la solidaridad de nuestras mentes y manos para ocupar el lugar que merece. Ser una más. Ser lo que siempre quiso”, concluyen en su manifiesto.