Nacho Murgui, alcalde en funciones de Madrid, asistió a un pasacalles artístico cultural que recorrió el centro de Madrid, una ciudad que recibe, integra y enriquece. Más de 3.500 bailarines representaron danzas de las diferentes regiones del país. Para los bolivianos residentes en España esta celebración es un espacio de integración con el pueblo español. Nacho Murgui: “Todas las culturas y toda la diversidad tienen que tener un lugar central y lo han tenido en el Paseo del Prado”
El Paseo del Prado se ha llenado de color, canción y alegría. La colectividad boliviana residente en España ha realizado su tradicional tributo a la Virgen de Urkupiña (Patrona de la Integración de Bolivia), con un pasacalles artístico y cultural para mostrar que Madrid es una ciudad que “recibe, integra y enriquece”.
A lo largo del Paseo del Prado, entre la rotonda de Atocha y la Plaza de Cibeles, 42 fraternidades y más de 3.500 bailarines llegados de diferentes puntos de España y de Europa –Suiza, Suecia, Italia, Bélgica y Francia– han vestido sus mejores galas en esta propuesta organizada por la embajada de Bolivia en Madrid y bajo el impulso del Plan Estratégico de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Madrid.
El alcalde en Funciones, Nacho Murgui, acompañado de la concejala de los distritos de Ciudad Lineal y Hortaleza, Yolanda Rodríguez, y de Jorge Ramiro Tapia, embajador de Bolivia en Madrid, ha asistido a este tradicional tributo a la Virgen de Urkupiña, un tributo que el año pasado recorrió Usera pero que este año se ha realizado en el Paseo del Prado, entre la rotonda de Atocha y la Plaza de Cibeles, dentro de Pasea Madrid, la iniciativa municipal que cierra el trafico los domingos.
“Es una manifestación de la multiculturalidad. La cultura boliviana tiene que tener su sitio en el centro de Madrid, una ciudad con una enorme diversidad cultural porque madrileños y madrileñas compartimos Madrid independientemente de dónde vengamos. Todas las culturas y toda la diversidad tiene que tener un lugar central y hoy lo ha tenido en el Paseo del Prado”, ha dicho Nacho Murgui.
También las danzas del oriente boliviano
Madrid ha sido el punto de encuentro de todas regiones de Bolivia, incluido el oriente boliviano, y los espectadores han podido presenciar la riqueza de la diversidad cultural de Bolivia, la alegría de las danzas orientales como el Taquirari, asombrarse con el ritmo frenético de la danza guerrera del Tinku o disfrutar de la espectacular vestimenta de la Morenada. La energía de los Caporales o el zapateo contagioso del Salay y otras muchas propuestas tienen cabida en una jornada que se ha prolonga hasta las 16.00 horas.
La Virgen María de Urkupiña es venerada desde el siglo XVIII, tras su aparición en Quillacollo, en el Departamento de Cochabamba. Cuenta la tradición que la Virgen obra milagros, por los que es honrada por sus devotos dentro y fuera de Bolivia.
Para la comunidad boliviana residente en España, con 21.721 personas censadas, esta celebración es un espacio de integración con el pueblo español, que se celebra en diferentes ciudades desde hace más de una década.