La muestra ‘Gregorio Fernández – Martínez Montañés: El arte nuevo de hacer imágenes’ está respaldada por la Junta de Castilla y León y organizada por la Fundación Las Edades del Hombre. Podrá visitarse en la Catedral de Valladolid hasta el 2 de marzo de 2025.
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Castilla y León | 10 de enero de 2025. Esta muestra, financiada por la Junta de Castilla y León y organizada por la Fundación Las Edades del Hombre, supone, en palabras del consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja “un acontecimiento cultural de primer nivel, con relevancia nacional e internacional, de suma importancia, tanto para la ciudad de Valladolid, como para el conjunto de Castilla y León”, tal y como anunció el consejero en su comparecencia en mayo de 2022, al inicio de la presente legislatura.
Ha destacado el prestigio de la Fundación Las Edades del Hombre como organizador de la exposición, junto a la colaboración del Cabildo de la catedral vallisoletana, “escenario de excepción” para la celebración de la muestra. Asimismo, ha agradecido a la Junta de Andalucía el préstamo de la escultura de ‘San Bruno’, de Juan Martínez Montañés, que, de manera excepcional, se podrá admirar en la exposición.
Santonja ha subrayado la importancia de la cooperación entre administraciones y agentes públicos y privados, “una constante para el Gobierno autonómico, que tiene siempre presente que el patrimonio cultural es un recurso estratégico para impulsar el desarrollo económico y ofrecer, además, una oferta turística de calidad”.
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Figuras cumbre de la imaginería
La muestra ofrece un diálogo entre Gregorio Fernández, heredero de Alonso Berruguete y Juan de Juni, y máximo exponente de la escuela castellana de escultura, y Juan Martínez Montañés, figura cumbre de la escuela sevillana de imaginería. Ambos maestros, pertenecientes a una misma generación y dentro de unas mismas coordenadas de pensamiento, llevaron el arte escultórico a uno de sus momentos más brillantes, impulsando el paso desde la estética del manierismo final, al barroco naturalista en las décadas iniciales del siglo XVII.
La exposición consta de 68 piezas de ambos autores y se articula a través de un preámbulo y seis bloques temáticos que acercan al visitante a las biografías, los trabajos, los talleres y al legado de estos artistas coetáneos, que marcaron un antes y un después en el arte escultórico del Siglo de Oro español y cuya fama es extendió por toda Europa y hasta América.
Comisariada por René Payo y Jesús Palomero, catedráticos de Historia del Arte de la Universidad de Burgos y de la Universidad de Sevilla, respectivamente, la muestra pone de manifiesto los rasgos comunes que comparten ambos maestros, que provienen, en gran medida, de los criterios ideológicos y estéticos impuestos por la Contrarreforma, pero que cada uno plasmó con una impronta propia. “Así, se podrá apreciar el carácter de estos dos artistas para profundizar en las diferentes formas de manifestación de lo sagrado en Castilla y León y en Andalucía”.
Más allá de ese diálogo entre las obras de ambos, la muestra rastreará las influencias heredadas de sus maestros y las derivadas de su magisterio.
Con ese fin, también se exhibirán piezas de sus maestros, Pompeo Leoni y Francisco del Rincón, para Fernández; y Pablo de Rojas, para Montañés, así como de sus discípulos y continuadores, Solanes o Juan de Mesa.
El consejero ha recordado que esta muestra, además de suponer un acercamiento cultural a estos dos genios del arte, contribuirá a dinamizar social y culturalmente la ciudad de Valladolid y a Castilla y León, “tal y como hacemos con otras iniciativas, como AR-PA Turismo Cultural, que se inaugura esta semana, manifestando el compromiso de la Junta con el fortalecimiento de la Comunidad como referente mundial en materia de patrimonio y turismo cultural”.
El arte nuevo de hacer imágenes
En los primeros años del siglo XVII, dos figuras se erigen como referentes de los más importantes focos escultóricos que el Siglo de Oro español contemplara: la Escuela Castellana de Valladolid y la Escuela Andaluza de Sevilla. Ellos son los responsables de hacer evolucionar el Manierismo final hacia un Barroco naturalista y posicionar la imaginería en uno de sus momentos más brillantes.
Gregorio Fernández y Juan Martínez Montañés no se conocieron; no hay testimonio ni hecho histórico que confirme que pudieran intercambiar conocimientos, experiencias o técnicas de tal lado y, sin embargo, desde la distancia de sus respectivos tal leres comparten un elemento común que ensambla sus obras y que las hace únicas: son creaciones emergidas desde la más profunda espiritualidad.
Además de cambiar para siempre la percepción de la escultura en España y propagar una estética propia, el legado que Fernández y Martínez Montañés aportan a Historia del Arte universal es de una trascendencia fundamental: cuatro siglos después, la Fe y la devoción de la Iglesia sigue reconociéndose en los rostros, en las manos y en los ojos que ellos imaginaron y dieron forma.
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El Proyecto
Desde el 12 de noviembre de 2024 hasta el 2 de marzo de 2025, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, la Fundación Las Edades del Hombre y el Arzobispado de Valladolid organizan en la Catedral de Valladolid la exposición «Gregorio Fernández y Martínez Montañés: el arte nuevo de hacer imágenes» que tiene como eje central las figuras de los dos insignes escultores.
La muestra, a través de aproximadamente 70 piezas, trata de profundizar en las semejanzas y diferencias entre estos dos maestros, propiciando un diálogo entre algunas de sus obras más importantes y significativas, analizando el contexto histórico y social en su aparición en el panorama artístico y analizando el legado aportado en la Historia del Arte.
De esta forma, el visitante puede apreciar los caracteres definitorios de cada uno de estos dos grandes artífices y podrá profundizar en las formas de enfrentarse a la plasmación de lo Sagrado en madera desde la más profunda espiritualidad, en Andalucía y Castilla y León.
Para ello, se ha reunido una cuidada selección de obras de muy alto nivel, que son integradas en un itinerario para el que se ha diseñado un montaje sobrio, aunque innovador.
Una arquitectura efímera proyectada para dar sentido al relato y acoger las obras que le dan forman, adaptándose a su vez los espacios del magno templo catedralicio.
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Dos escultores, dos maestros
Gregorio Fernández y Juan Martínez Montañés se revelan como los máximos representantes de la escultura barroca en España. Mientras que el primero de ellos se considera el mejor exponente de la escuela castellana, el segundo es su homólogo en la escuela andaluza en Sevilla. Si n embargo, han sido escasos los proyectos expositivos de apreciar su importante papel en la historia del arte, siendo abordados estos de manera individualizada.
Se entiende este proyecto como un momento único e inédito para apreciar ambas sensibilidades y comprobar cómo, dentro del panorama artístico, crean modelos e iconografías que se convierten en prototipos repetidos a lo largo de los siglos.
Las respectivas influencias provienen de sus maestros y perduran en sus discípulos, marcadas por un ambiente histórico dirigido por el Concilio de Trento, y una crisis en la sociedad que, sin embargo, da como resultado unos de los momentos más brillantes en lo que a producciones artísticas se refiere.