Presentó el acto José María Hidalgo Guerrero, en nombre de la Casa de León
La casa de León en Madrid ha presentado este viernes el libro “Trazos de sombra” de la escritora de Valderas Sol Gómez Arteaga. Se trata de cuarenta relatos relacionados con los desórdenes de la mente y el sufrimiento psíquico que esos desórdenes provocan en quienes los padecen.
Presentó el acto José María Hidalgo Guerrero, en nombre de la Casa de León y participaron en el mismo: Los editores de la editorial leonesa Marciano Sonoro con sede en San Román de la Vega, José Jaime Melendo Granados, psiquiatra y prologuista del mismo, Margarita Álvarez Rodríguez, escritora y filóloga y la autora.
La lectura de algunos de los relatos la hizo Antonio Rodríguez Menéndez, director de la Escuela de Lectura de Madrid.
A través de las historias anónimas que el libro cuenta, en las que se mezclan elementos de la realidad y la ficción, se abordan distintas patologías mentales que no se nombran en los relatos porque lo que le interesa a la autora, más que el diagnóstico o como se llama a lo que le pasa a los distintos protagonistas, es mostrarnos cómo se sienten éstos en un momento puntual de su trayectoria vital.
Sin embargo, a lo largo de los distintos relatos van desfilando los delirios de persecución, la enfermedad maniaco-depresiva, el autismo, el alzheimer, tanto desde el punto de vista de la persona que lo padece como del cuidador que lo atiende, los trastornos límites de personalidad, el trastorno obsesivo compulsivo, la ideación autolítica, las alucinaciones auditivas, el delirio de filiación, las adicciones -incluida la dependencia a redes-, la locura de amor, la tipología de enfermos llamados “tumbaos”, que un día se metieron en la cama y ya no se levantaron más, el trastorno alimentario, la dismorfofobia, ambas relacionadas con la visión distorsionada de la propia imagen, el delirio de filiación, el síndrome de Diógenes, la violencia de género verbalizada por una víctima en una terapia de grupo, entre otros.
Cada uno de los relatos va precedido, además de por una cita, por las hermosas fotografías de Óscar García Bárcena, maestro de la luz y las superposiciones, que se articulan en esta obra como zaguanes o puertas de paso al universo personal, literario, propio, inexpropiable, que se nos ofrece en cada uno de los relatos.
La obra, en palabras de la autora, pretende visibilizar una realidad bastante desconocida, invisibilizada, silenciada, a veces estigmatizada, poniendo el foco en el tremendo sufrimiento psíquico que padecen no solo las personas aquejadas de una enfermedad mental sino sus familiares, que conocen más que nadie la enfermedad y la sostienen. La pandemia nos ha puesto frente al espejo de nuestra fragilidad e inconsistencia, sacando a la luz miedos, temores, fantasmas que desconocíamos que teníamos. Cualquiera de nosotros puede estar aquejado de un problema de esta índole a lo largo de nuestra trayectoria vital.