La organización ha recalcado la necesidad de un plan organizado para la estructuración y realización de obras, atendiendo a las necesidades de la gente y apostando por la sostenibilidad.
La organización de Izquierda Unida ha defendido que «la adjudicación de obra para urbanizar la parcela de la estación de FEVE confirma la falta de visión de futuro del ayuntamiento con un Estudio de Detalle no participado por la ciudadanía, que vuelve a intervenir en la ciudad a golpe de improvisación sin un modelo a medio y largo plazo».
Carmen Franganillo, coordinadora local, ha insistido en que «el ayuntamiento actual arrastra las prácticas de los equipos anteriores, donde se prioriza hacer muchas obras para satisfacer las ansias cortoplacistas de los contratistas y lastrando la modernización de la ciudad.»
Así, ven imposible afrontar los retos de futuro con un Plan General de Ordenación Urbana de la época del pelotazo, sin instrumentos de planificación urbana supramunicipal que integren los desplazamientos desde el alfoz y con un plan de movilidad obsoleto.
Érika Redruello y Alfonso Pisabarro, militantes de la organización, defienden que «se esté priorizando la urbanización a la conectividad ferroviaria con la provincia, incrementando la oferta turística, pero renunciando a su intermodalidad con unas nuevas redes de autobús público y bicicleta limpias, seguras y eficientes que ayuden a reducir la contaminación. La calle Álvaro López Núñez —continúan— es un claro ejemplo de la incoherencia de las actuaciones en un sector colapsado, donde no se espera una reducción del tráfico a motor sino un incremento con la ampliación de otra actuación aislada como la ronda interior.»
La organización ha querido enfatizar que «la falta de visión global y el cortoplacismo, que hacen que se sigan desarrollando nuevas áreas urbanizadas innecesarias en una ciudad que pierde población, que necesita medidas urgentes de rehabilitación de edificios y que se permite seguir sin solucionar la conectividad con los barrios y el alfoz.»
Por último, han querido pedir la recapacitación, apostando por la sostenibilidad y no desaprovechando la oportunidad de crear una ciudad más amable para las personas mayores y los niños; sin grandes distancias, donde se pueda pasear y jugar con mayor seguridad y que, además, reduzca los costes de mantenimiento de una ciudad dispersa no planificada