Los trabajos de documentación 4D de las pinturas halladas en Santa Eufemia del Barco permitirán hacer visitable el yacimiento de forma virtual. Los descubrimientos consolidan el Sinclinal de la Mina como uno de los enclaves más importantes de arte esquemático de Zamora.
Un nuevo conjunto de pinturas, constituido por diversos motivos, sale a la luz durante los trabajos de documentación que desarrolla la Universidad de León (ULE) junto con el resto del equipo de EGeomapping, en Santa Eufemia del Barco (Zamora). Los trabajos de documentación basados en la digitalización y virtualización 4D permitirán visitar las pinturas a través de cualquier plataforma móvil conectada a internet y consultar información detallada desde cualquier lugar del mundo.
El investigador principal del proyecto y profesor del Grupo de Investigación GEOINCA de la Universidad de León (ULE), Javier Fernández Lozano, asegura que “esta virtualización permitirá disfrutar de un escenario único con información de interés para científicos y público general”. Toda la documentación será administrada desde una única plataforma donde, además de visitar el espacio arqueológico, “podrán visualizarse modelos 3D, imágenes y vídeo del entorno que faciliten el conocimiento en profundidad del espacio en el que se hayan”.
Se trata de un trabajo multidisciplinar subvencionado por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, en el que colaboran las arqueólogas Beatriz Comendador (Universidad de Vigo) y Lara Bacelar (Universidad de Coimbra) con una larga trayectoria en el estudio de arte rupestre.
Bien de interés cultural
Los trabajos de documentación 3D se han realizado con el uso de última tecnología geomática, como drones, sensores láser terrestre y fotogrametría 360 que permitirán virtualizar el entorno y realizar visitas en realidad aumentada. Según el profesor de la Escuela de Minas de la ULE, Javier Fernández Lozano, la importancia del hallazgo es doble. Por un lado, el interés geológico del entorno, que ha condicionado la localización y el espacio disponible para plasmar estas pinturas, así como su conservación hasta nuestros días, y por otro, el cultural de tipo arqueológico. “Pero aún hay más, -subraya este geólogo-, se trata de un paisaje natural de excepcional belleza que permite al visitante retrotraerse poco más de 3.000-4.000 años atrás en el tiempo, para conocer el espacio vital y cultural de las sociedades que vivieron entre el periodo Calcolítico y el Bronce Final, responsables de la elaboración de estas pinturas”.
Los investigadores destacan que estas pinturas forman ya parte de los Bienes de Interés Cultural (BIC), pero en el futuro contarán también con la certificación de Lugar de Interés Geológico (LiG) otorgada por el Instituto Geológico y Minero de España-CSIC, gracias a la presencia de las estructuras geológicas que constituyen el entorno del teso de la Mina, compuestas por varios pliegues que forman un gran sinclinal atravesado por fallas que diseccionan los espacios de ocupación y permiten la formación de abrigos y viseras rocosos aptos para la apertura de grandes lienzos de roca, sobre los que fueron plasmados los motivos pictóricos. En total, cinco abrigos con arte rupestre de excepcional valor simbólico y arqueológico dignos de preservar y dar a conocer.
Javier Fernández Lozano concluye que este espacio “requiere de acondicionamiento para su visita, sin embargo, gracias a la tecnología que estamos utilizando en su estudio, podrá ser visitado por todos. Se trata de un proyecto inclusivo que facilitará la visita virtual a todos aquellos que deseen conocer este tesoro arqueológico de Zamora”.