Entra en servicio el metro de Granada con 12 trenes en circulación y más de 200 trabajadores. La primera jornada, que se prolonga hasta las 23.00 horas, se inicia con normalidad y una gran afluencia de público.
Hasta un máximo de doce trenes circulando y una plantilla compuesta por 234 de personas, entre conductores, supervisores, metroguías y personal de mantenimiento, configuran el dispositivo que se ha puesto en marcha a partir de las 12.00 horas del jueves, 21 de septiembre, hora en la que el metro de Granada ha abierto sus puertas para que los viajeros puedan desplazarse entre la zona norte y sur del área metropolitana y la capital, concretamente entre Albolote, Maracena, Granada y Armilla.
Los primeros viajes a lo largo de los 16 kilómetros y 26 estaciones (23 en superficie y 3 subterráneas) que componen el trazado se han desarrollado con normalidad y con una elevada afluencia de público, interesado en participar en el primer viaje del metro.
En esta jornada la Junta de Andalucía ha reforzado la información y orientación al viajero con la presencia de metroguías y personal técnico de Metro de Granada en las 26 paradas y estaciones, que se encargan de asesorar a los usuarios sobre el funcionamiento del servicio. Esta labor se ha completado con una tirada de 20.000 trípticos sobre las normas de uso en el metro.
En este primer día, en el que los granadinos han podido hacer uso de los 7.000 títulos de viaje gratuitos que se han repartido previamente para animar a la ciudadanía a subirse al metro, el servicio estará operativo hasta las 23.00 horas de la noche y se retomará el viernes, 22 de septiembre, ya con horario comercial ininterrumpido de 6.30 a 02.00 de la madrugada. De lunes a jueves, el metro prestará servicio desde las 6.30 horas hasta las 23.00 horas, prolongándose hasta las 2.00 de la madrugada los viernes, sábados y vísperas de festivo. Durante sábados y domingos, los trenes comenzarán a funcionar a las 7.30 horas.
La Junta de Andalucía ha planificado que en este horario comercial el metro desplace a una media de 30.000 viajeros diarios y unos once millones de viajeros en el primer año, cifra que se incrementará hasta los 12,6 millones en 2019 y hasta los 13,5 millones de usuarios en 2020.
El coste del desplazamiento se ha establecido en 1,35 euros para el billete univiaje y en 2,70 para el de ida y vuelta. No obstante, el precio se reduce a 0,82 euros si se utiliza la tarjeta monedero del metro, en la que la recarga mínima es de 5 euros y la máxima de 20 euros; o la tarjeta del Consorcio de Transportes Metropolitanos del Área de Málaga, título con el que el transbordo con los autobuses urbanos e interurbanos se ha fijado en 0,62 euros. Desde el primer día de servicio se encuentra disponible, igualmente, la tarjeta turística de un solo día que permite desplazarse en este medio de transporte cuantas veces se desee durante una jornada por 4,5 euros.
Medios disponibles para resolver dudas
Al objeto de atender sugerencias o quejas, desde este jueves, 21 de septiembre, los usuarios disponen de la oficina de atención al cliente, con dos sedes: una en el vestíbulo de la Estación de Recogidas (Camino de Ronda, en Granada) y otra en el edificio administrativo de Talleres y Cocheras (Avenida Profesor Doctor Domínguez, s/n), para la atención personalizada o bien por correo electrónico (Info@metropolitanogranada.es) o por teléfono (958 98 81 23). En breve también estará operativo un punto informativo del metropolitano de Granada en Albolote.
El horario de la Oficina de Atención al Cliente en la Estación de Recogidas será de lunes a viernes, entre las 10.00 y las 14.00 horas, y por la tarde de 16.00 horas a 20.00 horas. Los sábados será de 10.00 horas a 14.00 horas. Por su parte, la oficina de atención al cliente en las instalaciones de metro (edificio administrativo de Talleres y Cocheras) será de 08.30 a 14.30 horas y de 16.00 a 18.30 horas, de lunes a jueves, y los viernes entre la 08.30 horas y las 14.30 horas.
Una inversión de 558 millones
Este proyecto ha supuesto una inversión global de 558 millones de euros, de los cuales 260 millones proceden de préstamos del Banco Europeo de Inversiones, 213 de transferencias presupuestarias directas de la Junta y 85 de financiación privada a través de los créditos formalizados con cuatro entidades bancarias. Estas inversiones han incluido desde obras de infraestructura, montaje de vías, instalaciones, sistemas y material móvil a intervenciones de urbanización, así como la fase de pruebas y otros gastos e intereses financieros.
Por otro lado, el metro de Granada, el tercero que entra en funcionamiento en la comunidad autónoma, cuenta con una plantilla total de 234 empleos (101 para atender el servicio de operaciones y otros 143 para mantenimiento).
La intermodalidad con autobuses
La puesta en servicio del metro de Granada contribuye a mejorar la movilidad sostenible en la capital y su área metropolitana, al vertebrar el eje norte–sur, donde se encuentra el mayor crecimiento poblacional que se ha experimentado en la última década. Para facilitar el desplazamiento desde el trazado del metro hacia otros ejes e incrementar el nivel de servicio del metropolitano, se ha tenido en cuenta la conexión de este nuevo medio de transportes con el restos de modos, de forma que sean complementarios y alimenten la red de transportes actual.
A través del Consorcio de Transportes Metropolitanos del Área de Granada y con el uso del tarjeta intermodal, el usuario podrá beneficiarse de los transbordos y compaginar el uso del metro con los autobuses urbanos e interurbanos, incluyendo la Línea de Alta Capacidad que funciona en Granada.
La colaboración entre los distintos sistemas de transportes es estrecha, con el objetivo de sumar viajeros y no hacerse competencia, de manera que entre todos se contribuya al objetivo común de reducir los vehículos privados en las áreas metropolitanos y con ello, atascos y contaminación.
El metropolitano de Granada tiene a lo largo de su recorrido varios puntos importantes desde el punto de vista de la intermodalidad, como es la parada estación de Autobuses, donde se conecta directamente con los servicios de autobús de la Estación de Autobuses de Granada; y la parada Estación de Ferrocarril, que en un futuro se convertirá en el principal punto de acceso a la capital y su área metropolitana, con una perfecta adaptación urbanística entre el metro y el ferrocarril.
Con respecto al transporte privado, las obras del metro han incluido la construcción de un parking disuasorio para dejar el coche en Juncaril, en el término municipal de Albolote. Además, el metro permite el acceso en bicicleta, respetando las normas de convivencia.
Un medio de transporte accesible
El metropolitano de Granada garantiza la accesibilidad de todas las personas de diferentes edades y capacidades en condiciones de igualdad, ejerciendo su derecho a la movilidad sin necesidad de usar el vehículo privado, lo que le otorgan un carácter de movilidad universal a la infraestructura.
Para garantizar esta movilidad accesible, se ha contado con criterios universales tanto en el diseño de la infraestructura como en su construcción, afectando también a los trenes y a los sistemas de señalización e información a los ciudadanos.
De esta forma, principalmente en las paradas subterráneas, el metropolitano de Granada cuenta con equipamientos que dan acceso a personas con movilidad reducida, como son los ascensores y las escaleras mecánicas, que permiten la entrada y salida de forma cómoda y confortable, evitando las barreras arquitectónicas. En el caso de las paradas en superficie, los andenes cuentan con rampas de acceso para sillas de ruedas y carritos de bebé.
Los trenes del metropolitano de Granada son de piso bajo continuo, lo que significa que está a la misma altura del suelo de andén y no hay ningún desnivel para acceder a ellos. El interior de los trenes cuenta con espacio reservado para personas con discapacidad debidamente señalizados.
En cuanto a los sistemas de información y señalización, el metropolitano de Granada garantiza el uso de máquinas expendedoras de tickets para personas con distintas capacidades, así como recorridos pododáctiles, que diferencian colores y pavimentaciones en las estaciones.