El alcalde de León, Antonio Silván, acompañado del concejal de Infraestructuras, Eduardo Tocino, ha visitado este pasado viernes la exposición con fotografías y elementos ferroviarios en la planta baja de la antigua casa de Don Valentín, en la Avenida de Palencia. Una iniciativa fruto de la colaboración del Ayuntamiento, la Asociación Ferroviaria Cultural Reino de León, el Grupo Soltium, HP y ADIF.
El alcalde estuvo acompañado en el acto de inauguración por el gerente de la empresa que ha hecho posible esta exposición, Jesús Riol, así como vecinos, personas vinculadas al ferrocarril, ferroviarios, hijos y nietos de ferroviarios, que visitaron la exposición que permanecerá durante un mes en las instalaciones de la planta baja de la Casa Don Valentín.
El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Infraestructuras, ha restaurado con las brigadas de obras las columnas que formaban parte de los denominados ‘vallados artísticos’ que la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España tenía en las instalaciones leonesas, algunas de las cuales desaparecieron con la construcción de la estación nueva y otros en la década de los años 70.
Las dos últimas supervivientes presentaban un mal estado de conservación y se habían ido degradando hasta presentar grietas y pérdida de elementos.
La Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España
La Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España (CCHNE o conocida simplemente como Norte) fue una empresa de ferrocarriles española creada por escritura pública del 29 de diciembre de 1858. Su red fue una de las más extensas de España, hasta que fue nacionalizada en 1941, quedando integrada en la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE).
En 1880 la Compañía de los Ferrocarriles de Asturias, Galicia y León (AGL) fue rescatada, lo que le daba el control de las líneas ferroviarias en el Noroeste. Sin embargo, en esta zona solo estaban operativas algunas las líneas como el tramo León-Astorga, y otras muchas no estaban construidas o se hallaban en proceso. Entre 1880 y 1884 se llevaron a cabo numerosos trabajos de construcción, y en este último año fue inaugurada la rampa de Pajares, tramo ferroviario que salva el desnivel de la cordillera Cantábrica a través del paso de montaña homónimo. Fue considerada como una de las obras de ingeniería en España más importante del siglo XIX.
Los ferrocarriles de Norte se vieron beneficiados por las ayudas estatales que la Dictadura de Primo de Rivera concedió a las compañías a través del Estatuto Ferroviario de 1924. Sin embargo, estas ayudas se cortaron bruscamente al proclamarse la Segunda República. Durante el periodo republicano el ferrocarril en general atravesó una época de grave crisis, aunque la compañía logró mantener su independencia.
El estallido de la Guerra Civil Española marcará también la historia de esta compañía, como también lo hizo en tantas otras situaciones. La guerra dividirá en dos partes la red, las instalaciones y el parque móvil de la compañía, encontrándose la dirección en Madrid.
Los dirigentes y consejeros que se hallaban en zona republicana, huyeron rápidamente a la zona sublevada, mientras que los comités obreros se hicieron cargo de la situación en la zona republicana.
De hecho, desde el 18 de julio de 1936 serán los comités de obreros y ferroviarios los que realmente tengan el poder y el control de la compañía. Ante la nueva situación, el gobierno republicano decretará la nacionalización de todos los ferrocarriles que se encontraban en su zona para asegurarse su control, aunque en la práctica fueran colectivizados por los comités de obreros y ferroviarios.
Así, por el Decreto de 3 de agosto de 1936, Norte desaparecerá de la zona republicana y será integrada en la que se denominó «Red Nacional de Ferrocarriles». En la zona franquista continuará su existencia y los miembros de la antigua dirección que consiguieron huir a la zona sublevada intentaron reconstruir la compañía dentro de sus posibilidades, aunque serán las autoridades militares sublevadas las que realmente dirijan y administren todo lo relacionado con los ferrocarriles, pues era crucial para la guerra.
Al terminar la contienda en 1939, la situación es crítica: miles de kilómetros de vías, puentes, estaciones, vagones y locomotoras han sido destruidos durante la guerra, y buena parte del material superviviente se encuentra muy desgastado.
Las compañías ferroviarias trataron de volver a la situación anterior a la guerra, pero su situación económica es desastrosa, mientras que el nuevo Estado franquista en principio no tocó su independencia.
Esta situación cambió al crearse la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE) a principios de 1941, tras lo cual todos los ferrocarriles fueron nacionalizados e integrados en RENFE.
Usaba como distintivo una estrella roja de cinco puntas cuyo significado se desconoce pero que al parecer podría ser el símbolo de los Rotschild, propietarios en tiempos de buena parte del accionariado de la Compañía y que eran judíos por lo que en vez de usar la estrella de David deseis puntas prefirieron usar la de cinco.
Fecha de inicio: 22-03-2019
Fecha fín: 31-05-2019
Lugar: Casa don Valentín
Avenida Palencia 4
León
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