El instituto comenzó a funcionar en el año 1966 – 1967 como sección delegada del Instituto de Enseñanza Media “Gil y Carrasco” de Ponferrada y pasó a ser Instituto Nacional de Enseñanza Media en el curso 1969 – 1970. Debido al elevado número de alumnos (1005 en el curso 1972 – 1973) se construyó un nuevo edificio inaugurado en el curso 1976 – 1977, que es el que ocupamos en la actualidad. El antiguo edificio pasó a ser instituto de Formación Profesional ese mismo curso. No obstante cabe reseñar que esta enseñanza comenzó a impartirse conjuntamente con el bachillerato, en el mismo edificio, en el curso 1975 – 1976.
El instituto de educación secundaria “Beatriz Ossorio” actual surgió de la fusión del instituto de Bachillerato “Beatriz Ossorio” y del Instituto de Formación Profesional “San Blas” en el curso 1993 – 1994 como consecuencia del comienzo de la implantación de la LOGSE.
En el curso 1993 – 1994 se imparten en el centro las enseñanzas de 2º y 3º de BUP, COU y todos los cursos de Formación Profesional de las Ramas de Administración y Electricidad de FP1 y FP2, excepto 1º curso de FP1, y comienza a implantarse la LOGSE con 3º de ESO. Las enseñanzas de BUP y F.P. han ido desapareciendo gradualmente a medida que se implantan el resto de los cursos de la ESO (en 1994-95 se imparte 4º de ESO).
En el curso 1995-1996 comienza a impartirse 1º de bachillerato LOGSE en las Modalidades de Humanidades y Ciencias Sociales y de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud y al curso siguiente 2º.
En el curso 1996-1997 se implanta el primer ciclo de la ESO y, como consecuencia de ello, se anexiona un nuevo edificio, el Colegio Público “Manuel Fernández”, separado únicamente por una valla del antiguo I.B. “Beatriz Ossorio”. En este mismo curso comienzan a impartirse en el centro los Ciclos Formativos de Grado Medio “Equipos e Instalaciones Electrotécnicas” y “Gestión Administrativa”. Dichos ciclos han dejado de impartirse por falta de matrícula en el curso 2001-2002 el de “Equipos e instalaciones electrotécnicas con 2º curso y en el curso 2005-2006 el de Gestión Administrativa, con el curso de FCT.
En el curso 1993-1994 se implanta en el centro el curso de Garantía Social “Construcciones metálicas del aluminio” que se imparte hasta el curso 1996- 1997, incluido. En el curso 1997-1998 se cambia de especialidad y se imparte el curso de G.S. de “operario de instalaciones eléctricas de baja tensión”, dejándose de impartir al siguiente curso por falta de matrícula.
En el curso 2007-2008 comienza a implantarse la Ley Orgánica de Educación (LOE) en 1º y 3º de ESO y en el curso escolar 2008-2009 se implanta 4º de ESO y 1º de bachillerato en las modalidades de Humanidades y ciencias sociales y de ciencias y tecnología, y en el 2009-2010 se implanta el 2º curso de Bachillerato en las mismas modalidades de 1º.
Las clases de 1º – 2º y 3º de ESO se imparten en el edificio 2 y las de 4º, BTO. y diversificación curricular en el edificio 1. El edificio 3 (antiguo instituto de F.P.), está situado fuera del recinto escolar y separado de los otros dos unos 500 metros, sin actividad escolar en estos momentos, y cedido al Ayuntamiento. Actualmente cursan estudios en el centro unos 400 alumnos procedentes de los municipios de Fabero, Vega de Espinareda, Berlanga, Candín, Peranzanes y de los pueblos de Argayo, Sorbeda, Anllares, Anllarinos y Hospital del Sil del Ayuntamiento de Páramo del Sil.
Quién era Beatriz Ossorio
Trabajo nos costó encontrar quién era Beatriz Ossorio, pues los buscadores nos remiten a Beatriz de Bobadilla y Osorio, nacida en Medina del Campo (Castilla) en 1462. Apodada la cazadora, por la profesión de su padre y convertida en gobernadora de la isla de La Gomera en nombre de su hijo Guillén
Pues no, nuestra Beatriz Ossorio es, ni mas ni menos, que la protagonista de «El señor de Bembibre», la novela de nuestro ilustre paisano Enrique Gil y Carrasco. Beatriz de Ossorio, rompe con los cánones de belleza de la novela histórica romántica. Como certeramente apunta el profesor Jean-Louis Pichoche, normalmente las heroínas son rubias y de ojos garzos, como los ángeles del hogar victorianos.
Pero, la amada de don Álvaro había sido concebida para romper estos moldes y nos es presentada como una joven alta, de pelo y ojos negros y tez blanca, como una imponente y piernilarga Katharine Hepburn:
Era ella de estatura aventajada, de proporciones esbeltas y regulares, blanca de color, con ojos y cabellos negros y un perfil griego de extraordinaria pureza. La expresión habitual de su fisonomía manifestaba una dulzura angélica, pero en su boca y en su frente cualquier observador mediano hubiera podido descubrir indicios de un carácter apasionado y enérgico. Aunque sentada se conocía que en su andar y movimientos debían reinar a la vez el garbo, la majestad y el decoro, y el rico vestido bordado de flores con colores muy vivos que la cubría, realzaba su presencia llena de naturales atractivos […]
Don Alonso Ossorio, señor de Arganza, había tenido dos hijos y una hija; pero de los primeros murió uno antes de salir de la infancia, y el otro murió peleando como bueno en su primer campaña contra los moros de Andalucía. Así, pues, todas sus esperanzas habían venido a cifrarse en su hija doña Beatriz, que entonces tenía pocos años, pero que ya prometía tanta belleza como talento y generosa índole. Había en su carácter una mezcla de la energía que distinguía a su padre y de la dulzura y melancolía de doña Blanca de Balboa, su madre, santa señora cuya vida había sido un vivo y constante ejemplo de bondad, de resignación y de piedad cristiana.
Aunque con la pérdida temprana de sus dos hijos su complexión, harto delicada por desgracia, se había arruinado enteramente, no fue esto obstáculo para que en la crianza esmerada de su hija emplease su instrucción poco común en aquella época, y fecundase las felices disposiciones de que la había dotado pródigamente la naturaleza. Sin más esperanza que aquella criatura tan querida y hermosa, sobre ella amontonaba su ternura, todas las ilusiones del deseo y los sueños del porvenir. Así crecía doña Beatriz como una azucena gentil y fragante al calor del cariño maternal, defendida por el nombre y poder de su padre y cercada por todas partes del respeto y amor de sus vasallos, que contemplaban en ella una medianera segura para aliviar sus males y una constante dispensadora de beneficios.
Los años en tanto pasaban rápidos como suelen, y con ellos voló la infancia de aquella joven tan noble, agraciada y rica, a quien por lo mismo pensó buscar su padre un esposo digno de su clase y elevadas prendas. En el Bierzo entonces no había más que dos casas cuyos estados y vasallos estuviesen al nivel: una la de Arganza, otra la de la antigua familia de los Yáñez, cuyos dominios comprendían la fértil ribera de Bembibre y la mayor parte de las montañas comarcanas.
El Señor de Bembibre
La historia novelesca es aparentemente sencilla, una pasión amorosa entre dos personajes, una dama, Beatriz, hija única de don Alonso Ossorio, y el joven caballero don Álvaro Rodrigo, maestre de Temple en Castilla. Ambos, prometidos desde niños, se enfrentarán a lo previsible de todo destino romántico: la agónica crisis de la felicidad, personifiada en la figura de un tercer personaje, el conde de Lemos, radical y poderoso enemigo de los templarios. El triángulo de la peripecia amorosa deviene entonces en escenario mayor para otras intrigas, la lucha por el poder temporal, el acomodo de los intereses de clase que llevan al padre de Beatriz a favorecer la relación de esta con el nuevo pretendiente.
Fuente y más info:
- http://iesbeatrizossorio.centros.educa.jcyl.es
- https://enriquegilycarrasco.wordpress.com/tag/beatriz-de-ossorio/