Iberia emprendió acciones judiciales para solicitar la anulación del concurso de AENA y, paralelamente, ha venido trabajando intensamente con los representantes sindicales para encontrar una solución viable que permita solventar las inquietudes mostradas por los trabajadores y por sus representantes sociales. Gracias a la reciente firma del V Convenio del Sector, la posible subrogación de los trabajadores a las compañías ganadoras del concurso se realizaría con la garantía de que todos ellos conservarán íntegramente todos sus derechos, todos sus conceptos laborales, salariales y extrasalariales, incluidos los billetes de avión de los que vienen disfrutando como empleados de Iberia. La aerolínea constata la dificultad de realizar autohanding ya que supondría un grave perjuicio para la competitividad de la compañía y de todas las aerolíneas de IAG, con su consiguiente impacto económico, y con la condena insalvable a medio plazo de este negocio. El handling es un negocio estratégico para Iberia, alineado con el Plan de Viabilidad aprobado por los accionistas. La compañía se presentó al concurso de AENA con ofertas altamente competitivas diseñadas para ganar y no renuncia a la estrategia judicial al considerar injusta e injustificada la resolución del concurso.
Iberia quiere mostrar su enorme decepción ante la irresponsable convocatoria de huelga recién anunciada por los sindicatos mayoritarios UGT y CC.OO para los días 29, 30 y 31 de diciembre y 1, 4, 5, 6 y 7 de enero.
Desde que se conoció la resolución del concurso de AENA el pasado 26 de septiembre, y en paralelo al proceso judicial legítimamente emprendido por la compañía y por los propios sindicatos para defender los intereses del negocio de handling en el Grupo, Iberia lleva trabajando intensamente con los representantes sociales para encontrar una solución mixta y viable que permita satisfacer las principales inquietudes de sus trabajadores.
Una huelga como la convocada ahora por los sindicatos para Navidad daña irreparablemente el derecho a las vacaciones y a la reunificación de familias y amigos en fechas tan señaladas y lo hace, en este caso, de manera irresponsable y carente de sentido.
Una huelga se convoca para defender los derechos sociales adquiridos o futuros de los trabajadores, los derechos laborales, los derechos económicos, los derechos sindicales.
En este caso, ninguno de estos derechos se ve mínimamente afectado o amenazado. Esos derechos quedan protegidos gracias a la reciente firma del V Convenio del sector, suscrito por todos los sindicatos, también por los que ahora convocan esta huelga irresponsable en Navidades.
El V Convenio del Sector, que rige las relaciones laborales en la industria de los servicios de handling, garantiza las subrogaciones de todos los trabajadores pertenecientes a empresas que han perdido los concursos, en este caso Iberia, a adjudicatarias del concurso de AENA. Entre las garantías de carácter indefinido para los trabajadores que establece el V Convenio figuran:
- Garantía del salario calculado en base a los últimos 12 meses, con las revisiones salariales pactadas en el convenio del operador o del sector
- Garantía de la misma jornada anual y días de vacaciones que los últimos 12 meses
- Garantía de la antigüedad del trabajador
- Garantía del mismo tipo de contrato y grupo laboral
- Garantía de la revisión salarial establecida en los convenios del operador o del sector, de todos los conceptos
- Garantía de los derechos adquiridos sobre el uso de los billetes de avión
- Garantía de los planes de pensiones
Es decir, la nueva situación provocada por la resolución de los concursos del handling de AENA no pone en riesgo ni un solo puesto de trabajo de un solo trabajador de Iberia ni conculca uno solo de sus derechos sociales, laborales, salariales ni extrasalariales. Aun así, los sindicatos deciden convocar huelga en Navidades, con el único fin de causar un daño irreparable a miles de viajeros que pretenden reunirse con sus familiares y amigos de vuelta a casa en estas fechas tan especiales.
La huelga se convoca además contra una compañía que, desde el primer momento, ha apostado y sigue haciéndolo por el diálogo constructivo con los representantes sindicales, con el fin de encontrar una solución híbrida y viable que, mediante distintas herramientas, permita crear vehículos empresariales que sirvan para mantener un vínculo de los trabajadores con el Grupo en los nuevos adjudicatarios. Un vínculo que permitiría velar, aún más y desde dentro, por los derechos de los trabajadores.
Ese diálogo constructivo se ha mantenido de modo intenso en las últimas semanas y se rompe ahora tras la convocatoria de la huelga, condenando a estas soluciones constructivas al fracaso y, lo que es peor, condenando el negocio del handling en Iberia a corto, medio y largo plazo.
Iberia reconoce y agradece, sin duda alguna, el compromiso demostrado por sus trabajadores con la compañía estos años y el esfuerzo realizado en los momentos más duros de la industria. De hecho, durante el COVID, Iberia fue la única compañía del sector de la aviación y del handling que complementó durante ocho meses el ERTE de los empleados. Con ese mismo espíritu ha apostado, desde el primer momento, por el diálogo constructivo y la búsqueda de esa solución mixta y viable para los servicios de tierra.
Iberia ha explicado durante ese proceso de diálogo a los sindicatos mayoritarios por qué el autohandling y la consiguiente subrogación parcial no es una solución viable, pues supondría que permanecerían en el Grupo las personas con mayor antigüedad y, por tanto, las de salarios más elevados.
Eso significaría que los operadores adjudicatarios del concurso contarían con el personal de menor coste salarial, por lo que podrían ofrecer unos precios mucho más competitivos que los que se pueden conseguir mediante el autohandling, creando una brecha de competitividad entre las principales aerolíneas españolas (Iberia, Iberia Express, Vueling) y los operadores internacionales que contrataran con los nuevos operadores ganadores del concurso.
Más allá del importante impacto económico de este diferencial de competitividad que impediría cumplir con el nivel de rentabilidad que el grupo tiene comprometido con sus accionistas, si Iberia hiciera autohandling la compañía estaría premiando económicamente a los ganadores del concurso de AENA y a las aerolíneas internacionales con las que compite. Todo ello se traduciría, a la postre, en peores resultados, incapacidad de crecimiento y una amenaza al conjunto de trabajadores en el futuro inmediato.
Iberia nunca ha hecho autohandling en aquellos aeropuertos en los que opera, siempre ha optado por contratar los servicios de terceros. En un sector con márgenes tan bajos y, al mismo tiempo, tan intensivo en recursos humanos, el negocio de aeropuertos necesita además el volumen que supone prestar servicios a terceras compañías para alcanzar una mínima rentabilidad.
De hecho, en los comentarios al pliego del concurso de servicios de tierra de AENA, los propios sindicatos, los mismos que ahora convocan huelga, se posicionaron contra al autohandling por la “alteración notable” que provoca en “la situación del mercado sobre la que el operador a terceros se basó para calcular sus ofertas y obtener la concesión. Esto necesariamente repercutirá en el margen de beneficios de los operadores y estos tenderán a repercutirlo en la principal partida de sus costes: las condiciones de sus respectivas plantillas”. A juicio de los sindicatos, la presencia del autohandling “ha alterado gravemente el mercado y la competencia”.
También ASEATA, la patronal del sector del handling, ha pedido repetidamente la limitación de la opción de autoasistencia por parte de las aerolíneas. En sus comentarios al pliego del concurso, ASEATA considera, entre otros argumentos, que “el autohandling genera incertidumbre en cualquier licitador aspirante a agente” ya que “al formular su oferta, carecerá de certeza sobre el volumen de su actividad para el caso de que resulte adjudicatario, pues cualquier compañía aérea podría obtener la licencia de autoasistencia y, en consecuencia, dejar de requerir los servicios de los agentes”.
El handling es un negocio estratégico, alineado con el Plan de Viabilidad aprobado por los accionistas. La compañía se presentó al concurso de AENA con ofertas altamente competitivas diseñadas para ganar. Tras conocer, el 26 de septiembre, que no había resultado adjudicataria del concurso de servicio de tierra en la mayoría de los aeropuertos importantes excepto el de Madrid, Iberia trató de comprobar cuáles eran las causas por las que había perdido, pero tuvo un acceso prácticamente nulo a la justificación de las puntuaciones.
En ese momento, decidió impugnar el proceso alegando indefensión por falta de información y de argumentación, por incumplimiento de plazos legales y por errores detectados en las escasas adjudicaciones de puntuaciones que pudo contrastar debido a la escasez de datos. Iberia recurrió al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) para solicitar la suspensión del concurso, su anulación posterior y la repetición del proceso de puntuación.
El 1 de diciembre el TACRC se declaró incompetente para pronunciarse sobre el asunto, sin entrar en el fondo de la cuestión, sin valorar si Iberia tenía o no razón. En ese momento, la aerolínea decidió recurrir a la instancia competente, la Audiencia Nacional, solicitando, por un lado, la suspensión de la adjudicación del contrato y, por otro, la anulación de la resolución del TACRC, con el objetivo de que ese tribunal pueda pronunciarse sobre el fondo del asunto y anular la adjudicación del concurso de handling. El recurso se presentó el pasado día 5 de diciembre ante la Audiencia Nacional e Iberia permanece a la espera de su decisión.
Sea cual sea ésta, Iberia facilitará, como no puede ser de otro modo, el proceso de la adjudicación de las nuevas licencias; la subrogación consiguiente de sus empleados a los nuevos adjudicatorios; velará porque esta subrogación se produzca de acuerdo a la Ley y con todos los derechos sociales, laborales, salariales, extrasalariales y sindicales garantizados, y seguirá dispuesta a continuar con un diálogo constructivo y responsable para hallar la mejor solución mixta posible, con los mecanismos y herramientas razonables, para solventar la inquietud de sus trabajadores y de sus representantes sindicales.
Por eso desde Iberia queremos hacer un llamamiento rotundo a la desconvocatoria inmediata de la huelga anunciada, cuyo único objetivo es dañar a miles de pasajeros, trabajadores también, que con enorme esfuerzo han laborado a lo largo de todo el año para poder volver a casa en Navidad, y ahora van a ver cercenados sus derechos de reunirse con los suyos por una huelga irresponsable, carente de sentido y de objetivos concretos.