Cada uno de sus cinco hoteles son una auténtica experiencia para el cliente, repleta de sensaciones y emociones.
En la economía actual, diferentes estudios demuestran que las personas no solo compran productos y utilizan servicios, sino que además buscan adquirir una experiencia al realizar esta acción.
Ante este panorama, las empresas deben de poner el foco de atención en la generación de estas experiencias memorables, en las que el cliente identifique la excelencia de una compañía ante un entorno competitivo. Por ello, los hoteles son conscientes que la experiencia del cliente, además de ser rentable, es la única manera de sobrevivir ante el actual entorno competitivo.
En este contexto, Diogo Laranjo, director general de Hoteles Heritage Lisboa, subraya “queremos que la visita a nuestros hoteles tenga un doble sentido: primero disfrutar durante la estancia y, segundo, exaltar el valor del recuerdo como una experiencia llena de sensaciones y emociones que queden grabadas en la memoria del cliente. Para ello, contamos con unos emblemáticos edificios que desbordan historia, que se mantiene viva tras su rehabilitación, para disfrutar con los cinco sentidos de los momentos de ocio, para que estos puedan ser contados, con todo lujo de detalles a amigos, familiares y compañeros de trabajo”.
Así el edificio en el que se ubica el hotel Heritage Avenida Liberdade forma parte del patrimonio histórico de Lisboa. Fue construido hacia el año 1770 y está completamente restaurado, aunque conserva el exterior original. La decoración fue realizada por Miguel Câncio Martins, célebre arquitecto portugués, reconocido por su trabajo en espacios míticos como el Buddha Bar en París, el Strictly Hush en Londres, el Man Ray de Nueva York… Uno de los principales atractivos del Heritage Avenida Liberdade es su Gimnasio con Jacuzzi, un lugar agradable para relajarse, que hace las delicias de todo el que lo visita.
Donde hoy se encuentra Solar do Castelo se construyó, en la segunda mitad del siglo XVIII, un palacete en el lugar de las antiguas cocinas del Palacio Real y por este motivo, incluso hoy, se le conoce como Palacete das Cozinhas. Con dos pisos y buhardilla, patio noble y jardines, el Palacete de las Cocinas posee vestigios medievales que pertenecieron a dependencias del Palacio; es el caso de la cisterna. Su ubicación es inmejorable, ya que es el único hotel dentro del Castillo de San Jorge, uno de los lugares más maravillosos para disfrutar de Lisboa.
También el hotel As Janelas Verdes se ubica en un palacete de finales del siglo XVIII situado junto al Museo de Arte Antiguo, en una calle de ambiente romántico y acogedor, cerca del Tajo, en pleno corazón de Lisboa. Este establecimiento está ligado de forma muy estrecha con la cultura, debido a que el novelista portugués Eça de Queirós vivió en este edificio, casa de su amigo el Conde de Sabugosa, y se inspiró en él para su obra maestra Los Maias. Su decoración, de estilo clásico, también está inspirada en la cultura: pequeños objetos de arte, libros, cuadros y otros recuerdos, así como una magnífica biblioteca y formidables vistas del Tajo.
El Hotel Britania se aloja en un edificio proyectado por el famoso arquitecto Cassiano Branco, lo que le convierte en un hotel único. Recientemente ha sido restaurado conservando su estilo Art Decó, por lo que una vez que se traspasan sus puertas, el cliente es transportado a otra época. Desde el hall se tiene acceso al bar, un local vivo, de ambiente animado, que contrasta con la atmósfera reposada de la sala, que invita a leer, escuchar música, o simplemente contemplar el fuego de la chimenea. Las habitaciones destacan por su amplitud y sus colores cálidos. El mobiliario es Art Decó y los baños, de mármol, son originales de la construcción del hotel.
Lisboa Plaza fue inaugurado a comienzos de los 50. El autor del proyecto, Lucínio Cruz, plasmó en este hotel un nuevo concepto de confort como él mismo ha afirmado, “a través de soluciones prácticas que promueven el bienestar”. La familia propietaria del hotel dio continuidad al sueño del arquitecto, y recreó el espíritu original del edificio a través de un ambiente de buen gusto, informal y agradable. La belleza de la decoración, de estilo clásico contemporáneo, se contempla en cada detalle. El hotel destaca también por un nuevo espacio Guest’s Lounge accesible gratuitamente a todos los huéspedes del hotel.
Diogo Laranjo concluye, “si conseguimos que nuestros clientes sean fans de los Hoteles Heritage, serán ellos mismos los que nos recomienden, pero esta posición hay que ganársela y mantenerla a lo largo del tiempo. No consiste en acciones puntuales, sino que debe ser para siempre y tener continuidad en el tiempo, potenciando así el valor del recuerdo”.