El 24 de agosto de 1937 tuvo lugar la última proclamación de independencia asturiana y leonesa, por la que el Conseyu de Asturies y Llión se declaraba soberano e independiente de la República española.
El Conseyu Soberanu d’Asturies y Llión, proclamado en Xixón el 24 de agosto de 1937 bajo el trasfondo de la Guerra Civil Española, fue la última institución política soberana e independiente en la que los asturianos y leoneses pudieron decidir su futuro.
El Conseyu Soberanu, presidido por Belarmino Tomás, fue gobernado por una coalición de partidos políticos y sindicatos de izquierdas y anarquistas, contando con representantes de las diversas organizaciones políticas y sindicales del bando republicano en Asturias, como la FSA-PSOE, la CNT, la HAZ, las JJLL, la JSU, el PCE, la UGT e Izquierda Republicana.
En su breve vida, el Conseyu Soberanu emitió sus propios sellos y billetes, como muestra de su eficiencia y su intención de perdurar en el tiempo. En el ‘Artículo 1. de la declaración de soberanía deja claro la intención de constituirse en un gobierno independiente y soberano permanente, con todas las funciones y consecuencias:
“El Conseyu Interprovincial Soberanu d’Asturies y Llión, a partir de la fecha y hora de la promulgación de este decreto, se constituye en Conseyu Soberanu de gobierno de todo el territorio de su jurisdición y a él quedan terminantemente sometidas todas las jurisdicciones y organismos civiles y militares que funcionen o vayan a funcionar dentro del mentado territorio.”
El ministro de Defensa de la República española, Indalecio Prieto, y el mismo presidente Manuel Azaña, criticaron duramente la decisión de los asturianos, llegando a manifestar que preferían una Asturies franquista que independiente, como puede leerse en el mensaje enviado por los republicanos españoles a los asturianos “Rebeldes de Asturies, ¡rendios!”, con amenazas tan claras como: “España entera, con todas sus fuerzas, va contra vosotros, dispuesta a aplastaros sin piedad, como justo castigo a vuestra criminal locura”
No obstante y a pesar de la oposición explícita del Gobierno republicano, el mismo Conseyu llegó a presentarse a la Sociedad de Naciones como entidad soberana propia.
La proclamación del Consejo Soberano
Por tanto hace ochenta y un años, Asturias y León, del 25 de agosto al 21 de octubre de 1. 937 fue un estado independiente de facto. Los últimos territorios en poder de la República situados en el Frente Norte proclamaron el Consejo Soberano de Asturias y León una institución política independiente que tuvo moneda propia, policía, ejército y marina de guerra.
Los avances de las tropas del general Franco en el frente norte tomando Santander, llevaron a las autoridades republicanas en Asturias a declarar su soberanía sobre «todas las jurisdicciones y organismos civiles y militares» en el territorio controlado por el Consejo Interprovincial de Asturias y León con intención de despojarse de dichas funciones «a la vista de los acontecimientos favorables que se produzcan en el curso de la guerra».
El 24 de agosto de 1937 se firma el decreto que establece la soberanía de los territorios administrados por el Consejo Interprovincial de Asturias y León pasando a ser entonces el Consejo Soberano de Asturias y León. El 26 de agosto saldrá publicado en la prensa dicho decreto.
El Consejo Soberano —que se había atribuido poderes que eran competencia única del Gobierno de la República— lo presidía Belarmino Tomás y en él estaban representadas las diferentes organizaciones políticas y sindicales del bando republicano en Asturias como la FSA-PSOE, la CNT, la FAI, las JJLL, la JSU, el PCE, la UGT e Izquierda Republicana. Una parte de estas organizaciones del Frente Popular criticará la actuación, calificando la idea de perjudicial, antiunitaria y cantonalista.
El territorio leonés que gobernaba Belarmino Tomás desde Gijón era muy reducido. Comprendía únicamente las inmediaciones del Puerto de Pajares y parte de la comarca de Babia. Otras zonas de la montaña leonesa habían sido progresivamente tomadas por el ejército franquista.
La idea del Consejo Soberano era apoyada por Belarmino Tomás y la mayoría de dirigentes del PSOE, así como por Segundo Blanco y otros responsables de la CNT. El PCE criticó la decisión. Rafael Fernández, secretario general de las federaciones asturianas del PSOE y la JSU, condenó el decreto y la soberanía (lo que no le impidió ocupar puesto de consejero). Los dos representantes de la UGT tuvieron una opinión diferente cada uno. Los consejeros de Izquierda Republicana reprobaron la decisión.
Las tiranteces creadas llevaron a enfrentamientos entre algunos consejeros que en ocasiones llegaron a los insultos personales. El Gobierno de la República censuró la actitud del Consejo Soberano, sobre todo cuando éste se dirigió a la Sociedad de Naciones. El Ministro de la Gobernación transmitió a Belarmino Tomás «su sorpresa y su disgusto».
La caída de Asturias propició al bando sublevado la posibilidad de enviar las tropas que había tomado parte en esta campaña a reforzar otros frentes y le permitió contar con las industrias y recursos con las que contaban esta región. En el bando republicano se analizaron las consecuencias que provocaron la pérdida del norte, como muestra el artículo titulado ¿Por qué se perdió el Norte? publicado en El Socialista el 30 de octubre de 1937, donde se hace hincapié en la falta de unidad y de decisiones políticas que perjudicaron planes militares, sin olvidar la casi total pasividad de Madrid en la defensa del norte.
El Conseyu Soberanu se disolvió tras la ocupación total por las fuerzas franquistas de Asturies ese mismo invierno. Se tenía esperanza en la llegada el invierno como medio de frenar el avance de las tropas españolas, italianas y alemanas, pero a pesar de la heroica resistencia en Tarna, ese año la nieve tardó en caer y el enemigo acabó por traspasar la frontera.
Hoy sábado homenaje en el puerto de Tarna
Hoy sábado a partir de las 13.30 horas en el monolito que se encuentra ubicado en el puerto de Tarna, se efectuará el tradicional homenaje a los hombres y mujeres que compusieron aquel «gobiernin» que duró a penas dos meses, convocado por Andecha Astur.
Este año el acto tendrá dos partes. A las 11.00 horas se procederá a subir a las trincheras de L’Abidular desde dode el ejercito del Consejo Soberano defendió su territorio frente a las tropas franquistas. A las 13,30 delante del monumento que recuerda esta gesta histórica de la declaración del 24 de agosto de 1937, inicio de la república asturiana y leonesa con la ofrenda floral.
Una calle dedicada al Consejo Soberano de Asturias y León
Son varias la voces que recuerdan que est hito histórico debería recordarse mediante la dedicatoria de una calle.
Por ello con motivo de la eliminación del callejero de los personajes y políticos vinculados a la dictadura podría aprovecharse para cambiar por ejemplo la avenida dedicada al militar asturiano Fernández Ladreda por la del Consejo Soberano de Asturias y León.