Cada vez que voy a Italia en autobús con algún grupo escolar, es parada obligada el Principado de Mónaco. Ver el glamour que desprende Montecarlo, sus coches de lujo, sus tiendas de ensueño, su aire elitista. Estar un rato en Montecarlo, es disfrutar con lo inalcanzable, soñar con lo que no se tiene, admirar las riquezas de otros. Y es que soñar es tan barato… Luego el autobús y la cruda realidad, aunque el autobús sea un mercedes Susundegui.
Fotografía: Martínezld
Un ejército de porteros vestidos unos vestidos como domadores de circo y otros con sus trajes oscuro hacen una barrera infranqueable a menos que seas mayor de edad, y vistas adecuadamente. Luego ya dentro hay que echarle algo de morro para llevarte el vaso de las tragaperras como souvenir.
El Casino de Montecarlo es uno de los atractivos turísticos más notables del Principado de Mónaco. Está situado en el distrito de Montecarlo, aunque para los ciudadanos de Mónaco está prohibido entrar en las salas de juego.
El casino es propiedad de la Société des Bains de Mer, una empresa pública, en la que el gobierno tiene una participación mayoritaria. Esta empresa también es propietaria de los principales hoteles y clubes de la comunidad que sirven a la industria turística monegasca.
El Circuito de Mónaco del Gran Premio de Mónaco pasa por el casino. El trazado es considerado como uno de los más complejos, además de ser uno de los más peligrosos. Aquí ha habido que lamentar muertes como la de Lorenzo Bandini en 1967. Además se han producido otros graves accidentes como el de Wendlinger o de Patrick Tambay en el Gran Premio de Mónaco de 1986.
El casino fue construido por el arquitecto Charles Garnier que también creó la Ópera de París. Es claramente de estilo imperial relacionado con Garnier (parecido a la Ópera de París) y también conocido como “Napoleón III”.
Fotografía: Martínezld
En 1854 el juego fue legalizado por el príncipe Florestan I. El primer casino fue inaugurado en 1856 en una villa cerca del puerto. El Príncipe Carlos III ordenó la construcción de un nuevo barrio llamado Montecarlo. Un nuevo casino fue también parte de este plan. La construcción del edificio actual comenzó en 1858. Para hacer el casino más éxito se entregó una concesión por 50 años para operar las salas de juego a un particular llamado François Blanc en 1861. La apertura de nuevas instalaciones se hizo en 1863.
Desde 1898 la concesión ha sido operada por la Société des Bains de Mer. En 1910 el edificio fue ampliado con un teatro.
