La pequeña de las Baleares acaba de ser elegida el lugar más romántico para besarse por una conocida marca de productos lácteos.
Una lista de 17 destinos y la opinión de más de 3.000 participantes han dado como resultado que Formentera haya sido escogido como el destino más romántico para besarse.
Como resultado de un concurso iniciado en las redes sociales por la marca de productos lácteos Oikos de Danone, la isla pitiusa se ha convertido en la flamante ganadora de esta mención colocándose por delante de otros destinos nacionales como Cudillero, Fuerteventura, Cadaqués y Granada.
Los múltiples atractivos turísticos de Formentera han vuelto a verse recompensados por la valoración y opinión del público. En esta ocasión ha sido gracias a la organización de un concurso en redes sociales de Oikos de Danone y a la difusión del cortometraje ‘Un beso de película’, dirigido por Daniel Sánchez Arévalo y protagonizado por Quim Gutiérrez e Inma Cuesta.
Un total de 17 destinos nacionales e internacionales optaban al galardón de lugar más romántico en el que protagonizar un beso de película y finalmente, tras muchas deliberaciones y votos, Formentera ha resultado clara vencedora colocándose por delante de ciudades como Cudillero, Cadaqués, Fuerteventura y Granada.
Esta mención no resulta para nada sorprendente, pues si por algo destaca Formentera es por su amplio catálogo de lugares con encanto. Sus playas y calas, de aguas turquesas y transparentes, son uno de los principales atractivos de una isla que, cada año, atrae a miles de turistas y a parejas.
Recorrer la isla a pie o en bicicleta es una obligada actividad que permite conocer todos y cada uno de sus encantadores y románticos enclaves. Uno de ellos, el Faro de la Mola o el Faro de Julio Verne, como reza en una placa colocada sobre las paredes del edificio, permite contemplar las vistas más espectaculares de la inmensa superficie del Mar Mediterráneo. Lo mismo sucede con el Faro del Cap de Barbaria, desde el que se puede disfrutar de la cálida brisa marina o de bellos atardeceres.
Pasear por La Savina o por San Francisco Javier, adentrarse en su Iglesia de San Francisco, en la capilla románica de Tanca Vella o detenerse por unos instantes ante los Molinos de sa Miranda, son algunos de esos otros rincones románticos que hacen de Formentera uno de esos destinos que hay que ver al menos una vez en la vida.