Fiestas de San Froilán: «lleno hasta el pendón»

Un año más la magia de la llegada de los pendones a la plaza de la catedral fue rota por un andamio de una televisión autonómica que se instaló en medio y rompía la magnífica visión de los pendones en la Catedral.  Además un año más una pantalla gigante se instaló en la esquina más solicitada para inmortalizar el momento. 

Un año más se cumplió con la tradición. Eran las 11,30 de la mañana cuando la Corporación Municipal con su guardia de gala, bajo cuatro mazas y a los acordes del Himno de León llegaba al claustro de la Catedral para una vez más, cumplir con la tradición de llevar la ofrenda y  conmemorar así  la victoria cristiana en la Batalla de Clavijo y la liberación del tributo de las “cien doncellas”, que los reyes leoneses venían pagando anualmente a los califas musulmanes.

Destacar que un año más los concejales de la UPL portaban las bandas con la bandera de León mientras que el resto de la Corporación usaban la española, un auténtico anacronismo en un día como hoy.

Esta batalla tendría su origen en la negativa de Ramiro I de Asturias a seguir pagando tributos a los emires árabes, con especial incidencia en el tributo de las cien Doncellas. Por ello las tropas cristianas, capitaneadas por Ramiro I, irían en busca de los musulmanes, con Abderramán II al mando, pero al llegar a Nájera y Albelda se verían rodeados por un numeroso ejército árabe formado por tropas de la península y por levas provenientes de la zona que correspondería actualmente con Marruecos, teniendo los cristianos que refugiarse en el castillo de Clavijo en Monte Laturce.

Las crónicas cuentan que Ramiro I tuvo un sueño en el que aparecía el Apóstol Santiago, asegurando su presencia en la batalla, seguida de la victoria. De acuerdo con aquella leyenda, al día siguiente los ejércitos de Ramiro I, animados por la presencia del Apóstol montado en un corcel blanco, vencieron a sus oponentes.

Esta celebración se realizaba el 15 de agosto coincidiendo con la la festividad de Nuestra Señora. Hoy la fiesta ha sido trasladada al domingo precedente al 5 de octubre, festividad de San Froilán.

La ceremonia sigue la tradición: 100 jóvenes ataviadas a la usanza medieval bailan al ritmo marcado por la «sotadera» (mujer mora que debía instruirlas en las costumbres musulmanas, así como convencerlas de su futura felicidad en las tierras del Califato), y con el sonido que marcan los atavales, avanzando desde la Plaza de San Marcelo hasta la Plaza de Regla.

Detrás Justicias y Regidores, «en forma de ciudad», es decir la Corporación Municipal con los cuatro maceros de honor, acompañan a las Cantaderas, desde el Palacio de Poridad (Ayuntamiento) hasta la Catedral, llevando un «carro engalanado» con polícroma colcha, ramajes y flores, y tirado por una pareja de bueyes con roscas de pan en las astas.

Ya en la Catedral se realiza la ofrenda municipal ante la gótica imagen de Nuestra Señora del Foro y Oferta de Regla. que consiste en un cestillo de panecillos pequeños, los llamados «cotinos» y otro de frutas, con ciruelas y peras.

Y es en claustro de la Catedral donde cada año tiene lugar la disputa dialéctica entre el Ayuntamiento y el Cabildo sobre si esta ofrenda se realiza como agradecimiento de la Ciudad por librarse de este infame tributo señalando el síndico municipal la hace de forma libre y voluntaria.

Este año el síndico municipal encargado de defender la postura municipal fue el Concejal de Deportes Vicente Canuria

Y una vez más el cabildo catedralicio recoge la ofrenda como foro, es decir como una obligación que tiene la Ciudad de entregar esta ofrenda por la intercesión del Santo. Pero también una vez más la Corporación Municipal recoge en su acta que la ofrenda se ha realizado de forma voluntaria.

Miles de leoneses copaban la plaza de Regla y durante todo el itinerario en una explosión de orgullo leonés. En la plaza de Regla no cogía ni leonés mas.

Un año más la esquina mas solicitada para hacer la foto de recuerdo con la catedral  y pendones de fondo (calle ancha esquina Mariano D. Berrueta) colapsó este punto. Y un año los diversos mamotretos instalados por  una cadena televisiva rompía magnífica vista de los pendones concejiles apoyados contra la verja de la catedral.

Imposible ver la Catedral

Todos los años, los leoneses aprovechaban este día para ver su Catedral sin pasar por caja. Este año no fue así.

Tras la ceremonia el público se desplazó hacia el interior del templo  para participar en los actos religiosos. Un dispositivo policial y de protección civil impedía ver el resto de la Catedral. Tremenda decepción.

Los pendones de León

A esa misma hora en la plaza de San Marcos y a los acordes del Himno de León se procedió al izado de los más de 294 pendones y pendonetas representando a 194 localidades  de nuestro viejo Reino. Tras el izado comenzó un impresionante desfile multicolor por las calles leonesas.

Los pendones concejiles de León son una de las tradiciones más arraigadas de la provincia. Son famosos debido a su enorme tamaño y a su vistosidad y a la destreza para bailarlos de algunos de los pendoneros.

Muchos de los municipios de la provincia tienen su pendón, en dos versiones, uno más pequeño y otro de gran tamaño. Como muchas de las tradiciones, durante años se fue perdiendo y llegó a ser residual, pero ha resurgido con fuerza y constituye uno de los espectáculos principales de las fiestas de San Froilán, en la capital leonesa.

La llegada de los pendones a la Plaza de Regla es un espectáculo impresionante, donde los mozos y mozas de los pueblos hacen lo posible por lucirse bailándolos, al ritmo de tambores, dulzainas, y gaitas.

La magia del momento de la impresionante llegada fue rota por el andamio de la televisión autonómica que rompía la estética del lugar, a lo que habría que añadir las banderolas de la Caja Rural. Por si no fuera poco se ubicó un año más una pantalla gigante en el ángulo mas solicitado de la plaza para inmortalizar el evento, ya que desde ese ángulo la visión era simplemente magnífica.

Los carros engalanados

Este año han participado un total de 18 carros de vacuno, 15 de caballos y 13 de burros que salieron de la carretera de los Cubos para concluir en la mítica plaza del Grano, a las 13.30 horas, cuando se ha dado a conocer el nombre de los ganadores.

Era la 1 de la tarde, cuando partían de la calle de los Cubos el casi medio centenar de carros engalanados muchos procedentes de  los pueblos del alfoz de León como  Valdevimbre, Sariegos, Villaobispo o Puente Castro para recorrer las calles de León tirados por parejas de bueyes o caballos para rememorar la vieja tradición de subir al Santuario de la Virgen el Camino.

Tras el desfile que finalizaba en la plaza del grano, los miles de leoneses que abarrotaban las calles leonesas procedieron un año más, como marca la tradición, a degustar  el tradicional chorizo y  morcilla, regados con caldos de la tierra en los diferentes bares y tabernas del Barrio Húmedo o del Barrio Romántico.

 

5 de octubre: San Frolián

Ahora la nueva cita será el día de San Froilán en la Virgen del Camino, patrona de la Región Leonesa y en cuya explanada se celebra cada año la popular romería.

Un año más los leoneses subirán a para cumplir con la tradición y tirar de la nariz a San Froilán.