Insta a que las aerolíneas tengan que abonar automáticamente a los usuarios las compensaciones económicas que marca la normativa cuando provoquen cancelaciones o grandes retrasos.
FACUA-Consumidores en Acción reclama un cambio legal que obligue a las aerolíneas a abonar automáticamente a los usuarios, sin necesidad de que presenten reclamaciones, las compensaciones económicas que marca la normativa europea cuando provoquen cancelaciones o grandes retrasos.
La asociación también pide poner fin al hecho de que los aeropuertos españoles no cuenten con inspectores del Ministerio de Fomento que supervisen el cumplimiento de los derechos de los pasajeros, una grave dejación de responsabilidades que favorece los crecientes abusos del sector.
FACUA considera fundamental mejorar la protección de los pasajeros para poner freno a irregularidades que se han convertido en la forma habitual de operar por parte de determinadas aerolíneas, como el incumplimiento sistemático de sus horarios o la reubicación de varios vuelos en uno sólo cuando no venden suficientes billetes.
Denuncia contra Vueling
Prácticas como éstas han llevado a la asociación a presentar este lunes una denuncia contra Vueling por el caos provocado en los últimas días ante la Agencia Catalana de Consumo, a la que pide que abra expediente sancionador por infracción muy grave y aplique una multa contundente, proporcional a la gravedad de sus prácticas. También la ha denunciado ante la Agencia Estatal de Navegación Aérea (AESA), al objeto de ser parte en el expediente abierto a la compañía.
El reglamento europeo del sector aéreo fija compensaciones de 250, 400 o 600 euros -en función del tipo de vuelo- cuando los pasajeros lleguen con varias horas de retraso a su destino, pero les obliga a presentar reclamaciones para exigirlas, lo que deriva en que la inmensa mayoría de afectados no recibe su dinero.
Los usuarios no son indemnizados
FACUA advierte de que la gran mayoría de usuarios no reclama el abono de compensaciones cuando sufren cancelaciones o retrasos de varias horas porque desconocen que tienen derecho a ellas. En paralelo, las aerolíneas incumplen la obligación legal de informarles de ese derecho, porque el Ministerio de Fomento no cuenta con inspectores en cada aeropuerto que se encarguen de supervisar el cumplimiento de la normativa.
Pero las irregularidades van mucho más allá. FACUA denuncia que el pequeño porcentaje de víctimas de cancelaciones y grandes retrasos que reclaman las compensaciones que marca la ley se encuentran en muchos casos con la negativa de las aerolíneas, que recurren a argumentar falsas causas de fuerza mayor. Cuando los pasajeros denuncian este fraude ante la AESA, se encuentran con que el organismo del Ministerio de Fomento se limita a recordar a las compañías cuáles son sus obligaciones legales, pero no las multan. Así, los afectados no tienen otra opción que acudir a los tribunales.
Qué cambios legales reclama FACUA
A fin de hacer frente a estos abusos, FACUA demanda una serie de cambios en la legislación. En primer lugar, considera fundamental que el gestor aeroportuario, AENA, notifique cada día a la AESA qué vuelos se cancelaron o llegaron a su destino con varias horas de retraso y sus motivos. Tras ello, la autoridad de navegación aérea reclamaría periódicamente a las aerolíneas que le facilitase justificantes de haber abonado las compensaciones económicas que fija la normativa a cada uno de los pasajeros afectados, con la aplicación de sanciones por cada incumplimiento.
Asimismo, la asociación reclama que el abono de las compensaciones por grandes retrasos tenga que realizarse de manera automática en las cuentas bancarias de los pasajeros, sin necesidad de que estos se vean obligados a presentar reclamaciones.