El bosque de los Pirineos de Navarra esconde misterios e historias como la de la Real Fábrica de Municiones de Eugi. Los viajeros que quieran disfrutar de una visita guiada gratuita al yacimiento arqueológico, que lleva años excavándose en pleno bosque, tienen una cita este verano con la antigua fábrica de armas de Eugi. En este recóndito lugar se realizaron armaduras de lujo para diversos personajes ilustres de la época, de la mano de artesanos milaneses que Felipe II trajo a España tras perder el control de la fábrica de Ausburgo.
De la mano de uno de los arqueólogos que lleva años trabajando en Eugi, descubriremos cómo era la vida de esta fábrica en la que se sabe que llegaron a vivir 500 trabajadores con sus familias. Rodeados del bosque de Quinto Real, conoceremos de cerca los antiguos hornos de fundición, el gigantesco palacio, la carbonera mayor y el proceso siderúrgico.
Las visitas guiadas gratuitas tienen lugar los miércoles a las 11:00 horas en la fábrica de armas de Eugi, hasta el 10 de septiembre, con una duración aproximada de dos horas. Los domingos a las 10:30 se inicia otra visita que parte desde el Centro de Interpretación Olondo de Eugi. Para participar es necesario solicitar cita previa en los teléfonos 948 372458 y 628 059918.
Los asistentes podrán comprobar de primera mano el gran valor cultural y arqueológico de la armería de Eugi, que llegó a ser el único centro productor de armaduras de lujo de alta calidad para la Corte española que hubo en la Península en la Edad Moderna. Hoy en día, se conservan ocho de aquellas espectaculares armaduras, que están expuestas en la Armería Real de Madrid; un juego de parada que incluye casco y escudo; un arcabuz, regalo del Virrey de Navarra; y manoplas distribuidas entre Inglaterra y Estados Unidos.
Desde los primeros años del siglo XV, Eugi contaba con una larga tradición en la producción de armamento gracias a su riqueza en recursos naturales como madera, hierro y agua. En 1536 la Corona adquirió la ferrería local para producir munición. A mediados del siglo XVI recibió la denominación de ‘Herrería Real’, y unos años después, la de ‘Armería Real’. En el año 1595, el Rey Felipe II trajo a Eugi a una docena de maestros armeros milaneses, con el fin de procurarse un centro de producción de armaduras de lujo en la Península Ibérica.
Las armaduras que procedían de Eugi estaban hechas con materiales de alta calidad como acero, plata y oro. Aunque el estilo decorativo bebía directamente del italiano, también incorporó ciertos rasgos propios. El diseño estaba muy cuidado, y estaban pensadas para usarse en torneos y otros eventos propios del mundo cortesano. Aun así, a partir de 1650, las armaduras cayeron en desuso por la proliferación de las armas de fuego y los juegos caballerescos entraron en decadencia, lo que llevó al cierre de aquella armería.
En 1766 comenzó a construirse la Real Fábrica de Armas, dedicada principalmente a la transformación de hierro y a la fabricación de munición para cañones y armas ligeras. El agotamiento de los recursos, derivado de la fuerte explotación llevada a cabo, marcó el cese de la industria armera en el lugar y el traslado de su actividad a la Fábrica de Armas de Orbaizeta, fundada en 1784. En 1793 la armería de Eugi fue destruida durante la Guerra de Convención.
También es recomendable visitar el Centro de Referencia Histórica ‘Olondo’ de Eugi, donde disponen de paneles explicativos que contienen datos de interés sobre la fábrica y material expuesto encontrado en las exploraciones del lugar, como bombas de distintos calibres, moldes, metralla y granadas de mano. El centro tiene un horario de 11:00 a 14:00 y de 16:30 a 20:00 horas.
En otra zona del Pirineo navarro, situada en el valle de Aezkoa, se encuentran las ruinas de la Real Fábrica de Armas y Municiones de Orbaizeta. Ubicada en un remoto rincón de la Selva de Irati, se creó después de que la de Eugi agotara los recursos naturales de su entorno, y llegó a ser el principal centro industrial militar del norte de España. Existió durante aproximadamente un siglo, pero al situarse en una zona fronteriza, su existencia estuvo plagada de saqueos e incendios que la llevaron al cese definitivo de su actividad en el siglo XIX.
El Ministerio de Fomento, el Gobierno de Navarra y el Valle de Aezkoa han puesto en marcha un proyecto para llevar a cabo las obras de rehabilitación de la antigua armería, que llegó a producir 3.600 bombas anuales y albergó a más de 150 trabajadores con sus familias.
Mas info: www.turismo.navarra.es
Texto y fotografías: foto turismo de Navarra